United States or Timor-Leste ? Vote for the TOP Country of the Week !


Cállate la boca... No te pido explicaciones, ni las necesito, ni las creo; ya sabes que no creo nada de lo que me dices, embustera, enredadora». Conocedora del carácter de la señora, Benina sabía que el peor sistema contra sus arrebatos de furor era contradecirla, darle explicaciones, sincerarse y defenderse. Doña Paca no admitía razonamientos, por juiciosos que fuesen.

Aquello no podía ser de peor pata. ¿Era que deseaban su muerte?... Y la pobre mamita, aterrada por los tétricos pronósticos del torero y su vehemente enfado, intentaba sincerarse. ¿Cómo iba ella a pensar en eso? Era una pobre que necesitaba ganarse una peseta para los pequeños. Había que tener buen corazón y dar gracias a Dios porque se había acordado de ellos, librándolos de miserias iguales.

Realmente empezamos á ser viejos añadió sonriendo , y sentimos necesidad de rozarnos con la juventud... ¿Era tu amante?... ¿Es él quien motiva tus preocupaciones? La duquesa palideció ante estas preguntas, mostrándose indecisa. Luego quiso hablar. Se notaba en ella el apresuramiento del que desea sincerarse; pero á su palidez sucedió una oleada de rubor.

Era necesario arreglar aquello en seguida, sincerarse, pedir disculpa, «hacer las paces». Yo no pensaba si tenía o no razón. ¿Qué importaba esto? Lo importante, lo abrumador para era que se había quedado triste y serio, melancólico y apenado en mi compañía, que fué siempre su mayor alegría.

Un tanto amengua luego tan brillante situación, contando cómo las damas de Isabel le motejaban de traidor á su patria y á su señor con manifestaciones de desagrado que hubieron de obligar á la Reina á sincerarse de la acogida que tenía en palacio. «Mylores, dijo en presencia de sus cortesanos; no os maravilléis de que honre á este traidor español, porque guardo mucha obligación al Sr.

Eran las tres de la madrugada cuando Körner y Nepo, heridos en lo más hondo, le exigieron que oyera la historia completa de aquella desastrosa especulación; necesitaban sincerarse, y pues él provocaba la cuestión, allí estaban ellos para responder.... Y quieras que no quieras, Bonis tuvo que oír, y ver y palpar.

Al principio de la guerra, hasta le había irritado la importancia que todos daban al presidente Wilson. Unos y otros contendientes se dirigían á él, apelaban á su juicio, protestaban de las barbaries del adversario. El mismo Guillermo II le cablegrafiaba extensamente para sincerarse con embustes, como si juzgase preciosa la conquista de su opinión.