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Féval pide á Sardou un drama raro, que no recuerde nada conocido, y Sardou escribe «El jorobado», que debía interpretar Mélingue; pero éste, que era muy celoso y no quería aparecer ridículamente á los ojos de su mujer, se negó á representarlo. El actor Montigny rechazó la comedia «París del revés», que Scribe halló inmunda; y la censura prohibió los ensayos de «Cándido».

La comedia de enredo, á que nos referimos antes, ingeniosa y delicada, fué utilizada por Scribe en el texto de su ópera Le domino noir. Como lírico, como dramático y narrador, goza ahora D. José Zorrilla de tal crédito, que amenaza obscurecer el de la mayor parte de sus contemporáneos.

El manzanillo es aquel mismo árbol de la India cuya influencia mortal es el tema de más de una leyenda poética de Oriente. Su más popular reflejo en el mundo europeo es el disparatado poema de Scribe, que Meyerbeer ha fijado para siempre en la memoria de los hombres, adornándolo con el lujo de su inspiración poderosa.

Supongo dije por último, dirigiéndome a mi Tomasito, que usted no querrá abarcar honra y provecho: esas estupendas rarezas que por acá nos vienen contando los viajeros de los Walter Scott, los Casimir Delavigne, los Lamartine, los Scribe y los Víctor Hugo, de los cuales el que menos tiene, amén de su correspondiente gloria, su palacio donde se da la vida de un príncipe, son cosas de por allá y extravagancias que sólo suceden en Francia y en Inglaterra; verdad es que no tenemos tampoco hombres de aquel temple, pero si los hubiere sucedería probablemente lo mismo.

Para exponer el estado del teatro español en el año 1835, cuando la revolución contra el clasicismo echó raíces profundas en la Península, conviene tener presentes las palabras de Larra, en la Revista española, al decir que es monstruoso el caos de títulos y de obras de nuestro teatro; porque, en primer lugar, encontramos la comedia antigua, con cuya denominación general se designan todas las obras dramáticas del tiempo de Comella; en segundo lugar, el melodrama, correspondiente á nuestro interregno literario y traído á España del teatro de la Porte de Saint Martín; en tercero, el drama sentimental y patibulario, hermano primogénito del anterior é importación también extranjera; después, la comedia llamada clásica de Molière y de Moratín, con sus versos asonantados ó su prosa casera; después, la tragedia clásica con su versificación pomposa, y su aditamento de metáforas y de pensamientos sublimes de sangre azul; además, las bagatelas de Scribe, insípidas á veces, y otras entretenidas; el drama histórico, crónica versificada ó en prosa poética, con trajes anticuados y decoraciones ad hoc; por último, para no olvidar nada, el drama romántico, género literario nuevo y original, nunca antes visto ni oído, especie de cometa que se presenta por vez primera en nuestro sistema literario, con su cola anunciando sangre y horrores, descubrimiento desconocido de todos los siglos anteriores, y reservado á los Cristóbal Colón del XIX; en una palabra, la naturaleza en la escena; la luz, la verdad y la libertad en la literatura; la proclamación de los derechos del hombre, la anarquía, en fin, empeñada en convertirse en ley.

Verdad es que algunas de sus comedias luchan con la dificultad, que se presenta ahora á todos los poetas cómicos modernos, esto es, con la de infundir poesía de buena ley á la exposición dramática de lo presente y de la vida ordinaria; y aun sin afirmar nosotros que esta dificultad haya sido nunca vencida por completo, sin embargo, comparando al autor español, bajo este aspecto, con Scribe, el célebre cómico francés, ¡cuánto más superior en todos conceptos no es el primero, y cuánto mayores no han sido sus esfuerzos, no sólo en revestir de colorido poético sus descripciones de sucesos vulgares, sino también en realzar en lo más íntimo sus materiales, poetizándolos y sublimándolos!

La trapera, por tanto, con otra educación sería un excelente periodista y un buen traductor de Scribe; su clase de talento es la misma: buscar, husmear, hacer propio lo hallado; solamente mal aplicado: he ahí la diferencia.

Aquí: 1.º sinfonía; 2.º pieza del célebre Scribe; 3.º sinfonía; 4.º pieza nueva del fecundo Scribe; 5.º sinfonía; 6.º baile nacional; 7.º la comedia nueva en dos actos, traducida también del ingenioso Scribe; 8.º sinfonía; 9.º... Basta, basta; ¡santo Dios! Pero, chico, ¿qué lees ahí? si ese es el diario de ayer. Hombre, parece el de todos los días. , aquí es Guillermo hoy.