United States or Comoros ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Con qué dulcísima emoción recibió ésta la noticia! Ante la idea de verle, su alma se bañó en alegría, después frunció el lindo ceño, revelando perplejidad, y, por último, su actitud y la expresión de su rostro fueron los mismos que cuando dos años atrás quedó abandonada en la fonda de Santurroriaga.

Ya que no me ha de faltar contrata, que tengo seguro el pan en casa de mis tíos..; pero no podré vivir sin ti. Dime que volverás, que me quieres, que eres mío para siempre. Vamos, mujer, no te pongas dramática. ¿No has venido solita a Santurroriaga y he tardado que yo cuántos días en llegar?

Las riquezas del mundo parecían refugiadas en las pupilas de Cristeta, donde brillaba un tesoro de amor. Habla, por piedad repitió él. Cristeta, violentándose mucho, como jugador nervioso que arriesga su porvenir entero al azar de un naipe, dijo así: ¿Te acuerdas de cómo me dejaste abandonada en Santurroriaga? ; pero, ¿verdad que me has perdonado? Ahora soy otro, y te adoro.

Desde Santurroriaga me mandó a pedir ciertos papeles: su fe de bautismo, las partidas de muerto de sus padres... qué yo, algunos documentos tenía ella...; yo no estuve delante si le dijeron los latines, ni fui padrino; ¡y la grandísima necia descastada, viene luego a Madrid, recoge cuatro trastos de mi casa; y abur! Yo no he de pedirle ni agua, ni quiero meterme en su vida privada.

El pobre don Quintín cedió amedrentado. La maquinación del conquistador estaba bien urdida. El mismo día y en el mismo tren en que partió Cristeta para Santurroriaga salió el utilísimo Benigno, el ayuda de cámara de don Juan, destinado por éste a servicios análogos a los que el padre de los dioses exigía de Mercurio.

Ahora ves que no tengo dueño y comienzas a dudar. ¿Y esas ropas, ese lujo, el coche, todo lo que yo he sabido de otro hombre... un señor Martínez... un niño? ¡Pobre de ! ¿Cuánto dinero me dejaste al marcharte de Santurroriaga? Veinte mil reales. Pues aún me quedan algunos duros.

Es que no puedo callártelo.... esa criatura y extendió el brazo hacia donde estaba el niño esa criatura me tiene loco... Cuando yo me marché de Santurroriaga..., porque..., la verdad..., ¿al cabo de cuánto tiempo te casaste? Aun suponiendo que hallases un hombre tonto o... poco escrupuloso, en fin, uno que pasara por todo, ¿no tenía yo algún derecho a saber la resolución que ibas a tomar?

Y fue sin premeditarlo, como si por instinto ahorrara brío, esfuerzo y terneza, ilusionado con la esperanza de que se presentase la ocasión de reanudar la lectura del poema estúpidamente interrumpido en Santurroriaga.

No queda tiempo, ni éste es sitio para explicarse; pero como no has querido nunca venir a terreno mío... ¿Era decoroso? En fin, aprovechemos los instantes. ¿Cuál ha sido tu conducta desde que me fui a París? ¿Desde que me abandonaste en la fonda de Santurroriaga? Bueno, como quieras, te abandoné; de eso luego se tratará. ¿Qué hiciste?

, señor. ¡Tiene usted un modo de tratar las cosas!... Vaya, y para que usted no pueda tener queja de , le diré a usted una sospecha, no pasa de sospecha, que yo tengo. Usted sabe que Cristeta fue a Santurroriaga hace cerca de tres años.