United States or Côte d'Ivoire ? Vote for the TOP Country of the Week !


Dios sabe lo que entonces sucedería. Porque era un traidor aquel hombre, ¡un diablo del infierno! Pero una tarde, como viniese emparejada con su novio de la Pola, á donde había ido á comprar algunos enseres de cocina, se cruzaron con algunos mineros que, lejos de saludarles al uso tradicional de la tierra, los miraron con burlona curiosidad.

Pues señor... de la cantina de la estación vieron salir al condenado inglés de la noche de marras, el cual les conoció al punto y fue a saludarles muy fino y galante, y a ofrecerles unas cañas.

Al llegar arriba atravesaron una vasta antesala donde gran número de jóvenes se apresuraron a abrirles paso y saludarles con la familiaridad que se usa en los pueblos pequeños. En el salón había ya bastantes damas, todas disfrazadas, aunque la mayor parte de ellas, como Cecilia, sin máscara. Para los sarrienses era aquello una sorpresa.

Estando en esto llegó otro carruaje, donde venían los niños con una señora rubia muy guapa, que traía sombrero también al igual de la señora condesa. Los niños, como es natural, comieron algunos dulces, pero la señora rubia, ni por uno ni por otro fué posible que probase siquiera una almendra. Y D. Primitivo y el juez ¿no estuvieron á saludarles? Aguarda, hombre, voy allá.

Se vieron ante un teniente coronel, que los recibió como un ingeniero que enseña sus talleres, como un oficial de marina que muestra las baterías y torres de su acorazado. Era el jefe del batallón que ocupaba este sector de las trincheras. Don Marcelo le miró con interés al pensar que su hijo estaba bajo sus órdenes. Esto es lo mismo que un buque dijo luego de saludarles.

Ya la están ordeñando dijo antes de saludarles . Supongo que todos tomarán leche. ¿Cómo va ese valor, doña Sofía?... ¿Y usted, D. Teodoro?... ¡Buena carga se ha echado a cuestas! ¿Qué tiene María Canela?... una patita mala. ¿De cuándo acá gastamos esos mimos? Entraron todos en el patio de la casa.

¡Si ese italiano es una buena persona!... Tengo la certeza de que le quiere á usted mucho. Pero Canterac no podía admitir palabras conciliadoras. Es un hombre falto de tacto, que se empeña en atravesarse en mi camino... Esto acabará mal para él. Entraron en la casa, y el marqués vino á saludarles en el recibimiento.

Como era costumbre, todos aguardaban en pie al jefe de ella, quien después de saludarles grave y cortésmente, se sentó y les invitó a sentarse con un ademán tan imponente y señorial, que Miguel no pudo menos de sonreír.

Junto a la Huerta del Obispo, un camino bordeado de almendros atraía todas las tardes a Isidro y Feli. Paseaban cogidos del talle entre los árboles, que extendían sobre sus cabezas una bóveda de flores. Sus corolas rojas, inflamadas, parecían abrirse para saludarles. Míralas decía Feli ; son boquitas que nos sonríen, que quieren hablarnos. Maltrana aceptaba esta cándida afirmación de la muchacha.

También era extraordinaria la concurrencia en este salón. Casi todas las mesas estaban ocupadas. Los pasajeros obsequiaban a los amigos que habían venido a saludarles. Miró Fernando con melancolía esta vasta pieza, en la que se había deslizado para algunos toda la vida trasatlántica. La última noche, Isidro. Puede usted decir adiós al buque.