United States or Kosovo ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ella misma, sin darse cuenta, rompió el encanto: habiendo avanzado la mano sobre la mesa, en la órbita luminosa de la lámpara velada, irradiaron los fulgores del rubí de su anillo de novia y el ojo de Juan, atraído, vio como sangrar la mano de su amada. Con este simple juego de luz, la realidad entró de nuevo en su espíritu como dueña imperiosa, suscitando el recuerdo del novio.

Inútil nos parece decir que este último y célebre millonario fué quien adquirió la piedra preciosa, pagando por ella diez y siete millones de dólares en oro, y diez y siete en «Liberty Bonds», de la décima séptima emisión, y haciéndose llamar, de allí en adelante, «The Ruby King», o sea, «El Rey del Rubí». Por supuesto, Chipichipi invirtió bien su dinero y se dió la gran vida.

A cada uno de sus rápidos pasos hacia el horizonte, el sol iluminaba ó sumergía en la sombra alguno de los numerosos lagos que salpicaban aquel golfo medio seco; parecía sacar sucesivamente de su celeste tesoro las más preciosas materias, la plata, el oro, el rubí y el diamante, para hacerlas relumbrar sobre cada punto de aquella magnífica llanura.

Parece que brotan de una copa de cristal de fondo azulado por la sombra. Otras flores de mayor sensibilidad no se atreven á entrar en inmediato contacto con la nieve, y cuidan de rodearse de muelle funda musgosa. Así hace la clavellina roja de los vértices nevados, y semeja un rubí colocado en almohadón de terciopelo en medio de un lecho de blanco plumón.

Recíbalo usted, como me lo ha prometido, y guárdelo como un recuerdo, aunque no quiera usarlo... Y, diciendo esto, don Mariano se despidió. Cuando, después de contar a Coca su conversación con Vázquez, salvo lo del obsequio, estuvo Laura sola en su aposento, abrió el estuche... Adentro había una valiosa sortija de dos magníficas piedras, un brillante y un rubí. «¡Vamos! se dijo Laura.

Y porque disgustudas mas no sean Las damas de este canto y de mi rima, El siguiente les pido yo que lean, Que en él he de tratar cosas de Lima. A vueltas del Concilio quiero vean, Que hay en el Perú damas de estima; Que no es en esta historia mi designo Quitar de su valor al rubí fino.

Alli la perla del rosado Oriente, Y el oro en mil vasijas fabricado, Y el diamante y rubí mas excelente, Y la extremada purpura y brocado En medio del rigor fogoso ardiente De la encendida llama es arrojado: Despojos do pudieran los Romanos Henchir los senos y ocupar las manos. Aqui salen algunos cargados de ropa, y entran por una puerta y salen por otra.

Pasma la riqueza de las vestiduras con que se adornó: la corona elaborada en Barcelona pesaba 16 marcos 3 onzas de oro, y en ella habia un rubí, 110 balajes de todos tamaños, sesenta y seis zafies, y 499 granos de aljófar claros, blancos y gruesos como avellanas. Durante el canto del Te Deum adornó con las insignias de príncipe de Gerona á su primogénito, y armó caballeros á varios personages.

»No entregará Dios el mundo á los que se embriagan predicando penitencia, y se enriquecen ensalzando la pobreza, y se dan al libertinage recomendando la castidad ; mas nosotros, que buscamos la dicha en la tierra y la felicidad en el cielo, bendeciremos á Allah porque nos ha dado la miel dulce, la rosa balsámica, el rubí encarnado, la seda joyante y la muger hermosa.

En cambio, el señor Diego de Bracamonte, de la casa de Fuente el Sol, descendiente de Mosén Rubí de Bracamonte y emparentado con la más clara nobleza de Castilla, juzgaba, lleno de heroico desenfado, la política del Rey. La arrogancia de aquel hombre se erguía almenada y sola. El discurso flameaba en su boca cual sedicioso pendón. Aun su mirada y su ademán eran temerarios.