United States or Azerbaijan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Réstame añadir que esta reclusión absoluta de las Amparos no es una imposición de sus maridos. Es un retraimiento espontáneo de ellas mismas, resultancia compleja de temores, tedios, desdenes, fierezas y misticismos, propios de aquella melancólica y mordaz sociedad, y acaso también reminiscencia inconsciente de las costumbres mahometanas.

Entonces Poldy salió de su retraimiento casero y se lanzó con más frecuencia y por más largo tiempo que nunca a sus excursiones y meditabundos paseos por los sitios más solitarios de aquellas cercanías. No poco gustaba ella de ir por intrincados senderos, por donde había más flores, por donde era más tupida y frondosa la enramada.

Este singular retraimiento de la noble dama, tomó sin duda en boca del pueblo andando el tiempo color de mas novelesca aventura.

Pero cuando, pasados los primeros meses de luto y cansada de su retraimiento, se lanzó la viuda á hacer visitas, quiso ser acompañada por Toledo, presentándolo á sus amistades del mundo aristocrático. Es el ayudante de campo del difunto marqués. ¡Lo mismo que él había inventado para darse importancia ante sus compañeros de hambre! No dudó más de su graduación.

En medio de aquella agitación política, habían hallado retraimiento dulcísimo en la misma casa de quien la promovía; y allí eran las pláticas suaves y encumbradas, y las conversaciones amenas, en que siempre aprendía algo doña Luz, en que siempre hallaba nuevas excelencias en el entendimiento y en el corazón del padre, y en que el padre, a su vez, no dejaba nunca de pasmarse del despejo, de la agudeza, de la notable discreción, de la fantasía poética y de la sensibilidad exquisita de su bella interlocutora.

Tengo observado que cuanta mayor es mi soledad y mi retraimiento del mundo, soy más piadosa y feliz. Pero no hay remedio; debo alejarme de aquí: debo volver a mis tareas ordinarias, a mis deberes, a mis incertidumbres.

Con tales propósitos y miras, el retraimiento de España es imposible: el afán de sus gobernantes de no exponerla lanzándola en aventuras, la ha expuesto más dejándola sola. Hasta nuestro desmesurado proteccionismo ha contribuído á enajenarnos la voluntad ó á entibiar al menos el afecto que pudieran sentir por nosotros algunas potencias de primer orden.

D.ª Eloisa volvió a insistir, preguntando con acento cariñoso: Entonces, ¿cuál es la razón de su retraimiento, pícaro? Señora, comprendo que a D. Miguel no le gusta mucho que salga de noche; pero la principal razón es que la mayor parte de los días estoy rendido... ¡Como me levanto a las cuatro de la madrugada!... Otras veces necesito rezar un poco...

De aquí que saliese del retraimiento en que por la pena de la reciente muerte de Arturito se encontraba y apareciese en su palco, en el teatro, la primera noche en que la Stolz cantó en la Semíramis. Don Joaquín fue también, aunque estaba tan apesadumbrado como si hubiese perdido un hijo.

¿Y cuándo saldréis de vuestro retraimiento? preguntó Morsamor a Sankarachária. Y Sankarachária contestó: Cuando la Humanidad sea capaz de comprendernos. Cuando nazca a la vida colectiva. Pues qué, ¿no ha nacido aún? Aún dista mucho de nacer. Está en germen caótico: en incubación. No nacerá a la vida colectiva hasta dentro de quince mil años.