United States or Anguilla ? Vote for the TOP Country of the Week !


El señor Neris vivía solo en el vasto castillo desierto arrastrando su pena por los lugares en que su hija había vivido y crecido ante su mirada paternal y donde a cada paso encontraba sus huellas, en la arena de los paseos por donde se paseaban juntos, corriendo ella delante de él con su aro o apoyada zalameramente en su brazo; en la verde alfombra de las praderas en que la niña retozaba cuando no era más que una pequeñuela, y donde, ya grandecita, cogía para él grandes ramos campestres que le llevaba llena de alegría; en la sala de estudio y en la mesa de trabajo cargada de libros y papeles, donde la traviesa niña se burlaba de los defectos de la institutriz, joven o vieja, guiñando el ojo al indulgente tío, cómplice de sus malicias.

Lo malo está en que yo no acepto ese lenguaje auxiliar, y menos aún en esta ocasión y en este sitio. Estábamos sentados sobre cubierta y rodeados de multitud de pasajeros. Anhelaba yo mostrarme severa y grave, pero apenas me lo consentía la risa que me retozaba en el cuerpo, porque D. Pepito ponía una cara cómicamente triste, y que por cierto no me parecía mal.

El río estaba en bajante, y mucha gente curiosa ocupaba la playa, donde un enjambre de pilluelos saltaba y retozaba por las toscas. No faltaban personas graves que, armadas de anteojos de teatro, escudriñasen el río y consultasen con sus vecinos los puntos más remotos que se dibujaban en el límite del agua con el cielo.

Quedose parado el Pez; reflexionó un instante. De repente su amor se deshizo en despecho y su despecho en risa. «¿Escenita?... ¿Gritar en la calle? ¡Qué ridiculez! Usted se empeña en que hagamos el oso». La ira retozaba en sus labios. Miró a Isidora con tanto enojo, que esta se turbó y creyó haber sido desconsiderada y excesivamente altanera. Después el joven abrió la puerta.

El agua retozaba en el surtidor y caía desbordante en el pilón. En la superficie del cristalino líquido bogaban pétalos y flores caídos durante la noche. Se me antojaban esquifes, gondolillas maravillosas en que bogaban seres invisibles. Volvía yo a mi cuarto. A poco principiaba Angelina su matinal faena. Pronto resonaba en el corredor el ruido de su escoba.

Pero cuando entró el P. Narciso, D. Joaquín se puso más grave, ocultando a su compañero aquella dicha inefable, que le retozaba dentro del alma, evitando encontrarse con los ojos alegres, chispeantes de su antigua ama. Aquél sintió en seguida en la nariz el tufillo aromático del cigarro, dirigió una mirada escrutadora a su colega, otra a D.ª Serafina y se puso al tanto.

Estaba tan gracioso que, a pesar de la repugnancia que me inspiraba aquella farsa burlesca que era una profanación, no podía guardar mi seriedad ante aquella cara mofletuda, aquella nariz arremangada y aquellas muecas de compunción. La risa me retozaba en los labios, y puedo asegurar a usted, señor cura, que contra mi voluntad.

De estas sospechas no comunicó a su hijo más que lo suficiente para prevenirle contra la Regenta y sus confesiones de dos horas. No citó el nombre de Mesía. En los labios le retozaba esta pregunta: «¿Pero de qué demontres hablasteis dos horas seguidas?». No se atrevió a tanto. «Al fin su hijo era un sacerdote y ella era cristiana».

La risa le retozaba en el cuerpo, con los dedos metidos en la faltriquera iba palpando los duros, y de trecho en trecho, temerosa de ser seguida, volvía la cara. Precaución inútil. Don Juan marchaba en dirección contraria, y de tan mal humor, que ni siquiera dirigía una mirada a las mujeres que, al cruzar las calles enlodadas, se recogían las faldas, enseñando algo de lo que a él tanto le gustaba.

Un enjambre de muchachos desnudos retozaba en las ondas de color de esmeralda y lázuli, nadando con voluptuosidad ó inquietud alternativamente y haciendo evoluciones por entre los vapores y bergantines del puerto, siguiendo los giros de los ligeros faluchos.