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Su padre ¡qué rubor se ha elevado sobre su venerable frente! confundía sus lágrimas con las mías y sollozaba en mis brazos. «Gastón me ha dicho después de un largo silencio , no habré perdido más que a Adela. No por eso dejará usted de ser mi hijo. Los lazos que me retenían a la tierra se han roto. Ahora es únicamente usted el que me retiene.

Yendo así por las desiertas calles, desiertas a causa de lo temprano de la hora, en que los rondadores han dejado ya la reja o la esquina, donde su amor han libado, o donde el rigor de su mala ventura han sufrido; cuando aún el perezoso sueño en el lecho retiene sabrosamente a todo el mondo antes de la tarea cotidiana, de repente le sorprendieron unos tristes ayes que al doblar una calleja le alcanzaron, y mirando al lugar de donde aquellos venían, vio que hacia él delantaban cuatro hermanos de la cofradía de la Paz y Caridad, que sobre sus hombros, en un medio ataúd, llevaban el cuerpo difunto de una mujer, que para sus desposorios con la muerte había sido vestida con el humilde hábito de San Francisco, y detrás venía, abatida la cabeza, mal cubierta con un manto de usada sarga y humildemente vestida, una mujer, que era la que los inarticulados ayes daba.

Si te retiene, quédate; piensa en el autor, en el estado de su espíritu cuando pintó esa figura celeste, en el ideal flotante de su época, y luego, vuelve los ojos a lo íntimo de tu propio ser, anima los recuerdos tímidos que al amparo de una vaga semejanza asoman sus cabecitas y temiendo ser importunos, no se yerguen por entero.

Ella estaba perfectamente tranquila, alegre, confiada y retenía mi mano en la suya, no como la retiene un amante, sino como retiene una hija la mano de su padre, de quien ha estado separada muchos años. La contemplé durante algún tiempo sin perder ni un instante el cuidado de mismo, temiendo que una mirada, un accidente cualquiera la hiciese conocer el verdadero interés que me inspiraba.

La plebe entonces, como desbordado torrente que rompe el dique que le retiene y en violentas oleadas lo inunda todo, se precipitó por la puerta y llenó en un instante el parque que se extendía en torno del alcázar dentro del recinto murado. El rey, según hemos dicho ya, tuvo que replegarse y encerrarse de nuevo en el alcázar después de su vigorosa salida.

21 Por más pactos que tenga hechos con la muerte, el malo no será absuelto; mas la simiente de los justos escapará. 26 Al que retiene el grano, el pueblo lo maldecirá; mas bendición será sobre la cabeza del que vende. 28 El que confía en sus riquezas, caerá; mas los justos reverdecerán como ramos. 29 El que turba su casa heredará viento; y el loco será siervo del sabio de corazón.

Se recitan a sus oídos madrigales nuevos y viejos que sólo a veces comprenden. Algunas suelen tener talento natural y da gusto hablar con ellas. Estas no duran allí mucho tiempo. Un campanillazo indiscreto llama a las hadas al teatro; la muchedumbre de abonados las acompaña la entrada del escenario, las retiene y entretiene detrás de los bastidores móviles.

Jamás he sentido tanto pesar en dejar un sitio. No vaya usted a creer que es a causa de las diversiones de la playa; es usted, exclusivamente usted quien me retiene. De estos días pasados a su lado conservo tal impresión de encanto que no quiero salir de Etretat sin que usted me autorice a verla en París lo más pronto posible. La señora de Chanzelles ¿querrá recibirme? ¿se lo preguntará usted?

La brusquedad no retiene: ahuyenta. Cuanto más tarde llegue Daniel, más tierna y más solícita debes ser con él. No hay mejor apoyo para la mujer que la propia blandura de su corazón. Esto, que parece nuestra debilidad, es nuestra fuerza. Un día Daniel reconocerá que obra mal: le remorderá la conciencia, y el grato recuerdo de tu bondad le arrancará del Jockey Club.

Los alemanes establecidos en París habían huído en grandes bandas, como si circulase entre ellos una orden secreta. Aquella tarde iban á partir los últimos que aún se mantenían en la capital ostensiblemente. He venido á verte por afecto de familia, porque era mi deber darte un aviso. eres extranjero y nada te retiene aquí. Si deseas presenciar un gran acontecimiento histórico, quédate.