United States or Samoa ? Vote for the TOP Country of the Week !


Asegurado esto, voy a declarar y a explicar aquí cuál fue la conducta del marqués en sus relaciones con María Antonia Fernández, y cómo esta conducta, si bien en ciertos puntos digna de censura, sólo en un momento de vergonzoso extravío no dejó de conciliarse con el respeto y con el verdadero y santo amor que consagró a su mujer la marquesa.

De este mueble también se hablaba con respeto en casa de doña Manuela. ¿Quién podía saber todo lo que contenía?

No le ofenda la ingenua sencillez de quien le profesa tanto amor como respeto y si quiere creer en la sinceridad de este pobre corazón que ya es suyo por entero, permítame que le manifieste de palabra toda la ternura y veneración que siento por usted. »Por favor, señorita, déjeme ver de cerca a mi ídolo.

Leyóla y no la rompió; Mas miento, que fué rompella Leella y no hacer por ella Lo que su Rey le mandó. En una tabla su ley Escribió Dios: ¿no es quebrar La tabla el no la guardar? Así el mandato del rey. Porque para que se crea Que es infiel, se entiende así. Que lo que se rompe allí, Basta que el respeto sea.

La mirada profunda de sus grandes ojos pregonaba bien claro que tampoco había perdido el espiritual. Hablaba reposadamente y con una gravedad afable que infundía a la vez respeto y simpatía. Cuando le pareció oportuno suspendió la conversación volviéndose hacia Romadonga, y Mario quedó nuevamente perdido y solo.

Muy poco tiempo después de llegar el padre Gil a Peñascosa y desempeñar el cargo de excusador, empecé a confesarme con él. Le encontré prudente, advertido y extraordinariamente piadoso. El respeto que yo tenía a su talento y la admiración a sus virtudes eran tan grandes que algunos maliciosos de la población pudieron muy bien figurarse que existía una inclinación en hacia su persona.

Y echando a andar hacía su cuarto, entró y cerró la puerta, mientras Cristeta quedaba en el sofá confusa y asombrada, no sabiendo qué sentimiento dominaba en su espíritu, si pena de amor contrariado o gratitud por el respeto que recibía. Al encerrarse don Juan en su habitación se dejó caer sobre una silla, admirado de su propia heroicidad.

Pero si en el exterior ni en la entrada no se encontraba cosa alguna que revelase el altísimo origen de sus habitadores, en el interior, por el contrario, había mil objetos que inspiraban á la vez curiosidad y respeto. Estos muebles ocupaban las dos terceras partes de la casa y casi todo el piso segundo, que también era de ellas.

927 "En las carpetas de juego y en la mesa eletoral, a todo hombre soy igual, respeto al que me respeta, pero el naipe y la boleta naides me lo ha de tocar." 928 Ahi no más ya me cayó a sable la polecía; aunque era una picardía me decidí a soportar, y no los quise peliar por no perderme ese día.

Pero si lo eres, ¿por qué has de negar la prosapia? Ni en el reino de Galicia ni en el principado de las Asturias hay un gallego más gallego que ... ¡Tío, cállese usté, que le falto al respeto! Frasquito estaba encendido y colérico que daba miedo á todos menos á su tío. Los circunstantes, temiendo algún paso desagradable, atajaron la disputa rogando al señor Rafael que no le exasperase.