United States or South Africa ? Vote for the TOP Country of the Week !


Un vestido estrecho como una funda moldeaba la exuberancia de su formas. La falda, recogida y angosta en el remate de sus piernas, parecía el mango de una maza enorme. Sobre el verde marino del traje llevaba un tul blanco con lentejuelas plateadas, á modo de chal. El capitán, á pesar de su respeto por la sabia dama, la comparó á una nereida madre bien alimentada en las praderas oceánicas.

La síntesis de su discurso era que él no sentía respeto alguno hacia el estado eclesiástico, y que padecían una equivocación lamentable los que se atrevieran a suponer que él, Pepe Raya, dejaría de dar al cura, en cuanto pusiese el pie fuera de la iglesia, una de babor y otra de estribor, y acaso también una buena patada en la popa que se la metiera bajo el agua.

En cuanto usted la conozca un poco, le inspirará un profundísimo respeto. Le apetecerá prosternarse y besar la orla de su vestido... «Por conducto de las mejillas de su hija, no diré que no», pensé. Luego, inocente, a pesar de sus años, como una paloma... Pero ya me extraña que no venga añadió, levantándose y avanzando otra vez a la puerta con más fuerte y poderoso taconeo.

Hombre, no me río del moribundo... me río de la gracia. Profundísima lección debía llamarla usted. Se muere de hambre, es un hecho; le dan una hostia consagrada, que yo respeto, que yo venero, pero no le dan un panecillo. Así habló un maestro de escuela perseguido por su liberalismo... y por el hambre.

El cansancio, lo poco variado y apetitoso de la alimentación, el miedo, el mal humor y hasta el aburrimiento trajeron la enfermedad a bordo. En pos de ella vino la muerte y empezó a sacrificar víctimas. La resignación y la paciencia se fueron agotando. El amor, el respeto y la confianza que Morsamor inspiraba se trocaban ya en descontento y hasta en odio.

Su padre apenas lo entendió; pero tenía fe en su hijo, le inspiraba respeto su gravedad, aquel pensamiento siempre reconcentrado y en función: y le entregó sus ahorros, vendió las gabarras y hasta la casa nueva que había construido imitando á las mejores de la villa y que era el asombro de Olaveaga.

La majestad de la señora, el aparato de que se rodeaba y las ideas extrañas que salían de su boca les hacía mirarse de vez en cuando llenos de estupor. Pero tanto y más que esto les impresionaba el respeto profundo que todos los tertulios la tributaban. De tal modo que, cuando por el gesto se conocía que iba a hablar, inmediatamente quedaba todo en silencio.

Bendigamos esa fortuna, pero que el orgullo de nuestro progreso no nos impida mirar con respeto profundo los esfuerzos generosos que hacen nuestros hermanos del Norte por alcanzarlo, venciendo a la naturaleza, espléndida y terrible como una virgen salvaje. Cuadros de viaje. ¡Una hipótesis filológica! La vida del boga y sus peligros. Principio del viaje. Consejos e instrucciones. Los vapores.

¿Y cómo quieres que esté, prenda? ¿con la navaja abierta? replicó el majo, la voz alterada ya, aunque fingiendo sosiego. No, pero como decían que eras esto y lo otro... y que las mujeres se desmayaban cuando las mirabas serio y que no se atrevían á mover un dedo sin tu permisos, francamente, me río. Pues mira, niña, hasta ahora ninguna me ha faltado al respeto, ¿sabes?

El Padre, encadenado por el respeto, teniendo en cuenta su estado, sus votos y su posición, se había guardado bien de manifestar su cariño de un modo que hiciese sospechar ni remotamente que no era legítimo y sin tacha; pero, sin duda, que en el fondo de su alma le sentía.