United States or Nauru ? Vote for the TOP Country of the Week !


El buen sacerdote, que no había previsto lo que importa armar el crimen en nombre de Dios, tuvo por lo menos escrúpulo sobre la forma en que se iba a hacer reparación, y consiguió que se les dirigiese un oficio pidiéndoles u ordenándoles que así lo hiciesen. ¿Hubo cuestión religiosa en la República Argentina?

Un día leyó en un diario francés que la Náyade había anclado ante Ky-Tcheou, en el mar del Japón, para pedir reparación del insulto hecho a unos misioneros franceses; Le Bris rompió el periódico para que su lectura no pudiese suscitar la menor conversación sobre la señora Chermidy.

Los barberos eran mujeres y pasaban de una docena. El más antiguo de ellos, de pie en uno de los hombros y rodeado de sus camaradas, daba órdenes como un arquitecto que, montado en un andamio, examina y dispone la reparación de una catedral. Empezaron los hombres de fuerza á tirar de otras cuerdas para subir al extremo de ellas grandes cubos llenos de un líquido blanco y espeso.

Semanalmente la engrasaba con cariño, la recorría con interés fraternal, para ver si alguna parte o miembro de ella necesitaba reparación, y todos los días cosía en ella con presteza increíble. Cuando llegaba la hora del reposo la cubría y la abrigaba bien para que no le cayese polvo.

Capitan General deberia desde luego formar una junta ó comision compuesta de las personas que fuesen de su agrado y cuya presidencia se reservára, para escogitar arbitrios y recursos y para discurrir los demás medios oportunos á fin de realizar la reparacion.

Es el fenómeno constante después de toda emoción profunda, consejo instintivo de la naturaleza, que exige la reparación de la enorme cantidad de fuerza gastada. El almuerzo fue sereno, casi severo; la alegría había desaparecido en su forma bulliciosa, y algo como una solemnidad inquieta reinaba en los espíritus.

Esperando la reparación, toda España y las regiones de América que son nuestras por la lengua y la literatura, le tienen por personalidad de inmenso relieve y valía en el grupo final del siglo que se fue y de este que ahora empezamos, grupo de hombres de estudio, de hombres de paciencia y de hombres de inspiración, por el cual tiende nuestra raza a sacudir su pesimismo, diciendo: «No son los tiempos tan malos ni el terruño tan estéril como afirman los de fuera y más aún los de dentro de casa.

Miranda le dará a usted una reparación. ¿Quiere usted dejarlo de mi cuenta? El bueno del fabricante hubiera deseado comerse las palabras que había soltado. ¡Aquel Peña era un hombre tan expeditivo! ¿Por qué diablos había dicho que tenía ganas de tropezar a don Pedro para darle dos puntapiés, cuando en realidad acababa de verle al salir de casa, y había cruzado a su lado sin decirle una palabra?

Ya que mi deshonra es pública, que la reparación lo sea, y además terrible y rápida». «Pero si tienes fiebre, si estás malo...». «No importa. Mejor. Si ustedes no van a desafiar a ese hombre, me levanto y busco yo mismo otros padrinos». No hubo más remedio. Mesía, a regañadientes, y ocultando el pavor como podía, buscó sus dos padrinos. Se convino que el duelo fuese a sable.

Cuando entró en convalecencia supo por ella que Tristán había provocado secretamente a Núñez y que éste había rehusado el duelo alegando que no era él quien tenía derecho a exigirle una reparación. Entonces Tristán le había abofeteado.