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¡Estos hombres tienen razón! exclamó con el mismo apasionamiento que ponía la princesa en toda idea nueva. Sintió en los primeros días el ansia de sacrificio, la voluntad del renunciamiento, la abnegación mística de los hombres de su raza.

Le pareció que el tejedor era muy egoísta, juicio que fácilmente forman aquellos que no han puesto nunca a prueba su fuerza de renunciamiento al oponerse a un acto que, sin duda alguna, debía de hacer la felicidad de Eppie, y sintió que tenía el deber de manifestar su autoridad, por amor a su hija.

¡La última aventura de su historia!... Desnoyers adivinó esta voluntad de renunciamiento al oir que por primera vez confesaba sus años. No pensaba volver á la capital. ¡Todo mentira! La existencia en el campo, rodeado de la familia y haciendo mucho bien á los pobres, era lo único cierto.

Y todos estos dolores, todos estos anhelos, estos suspiros, estos sollozos, estos gestos de resignación van formando en los sombríos pueblos, sin agua, sin árboles, sin fácil acceso, un ambiente de postración, de fatiga ingénita, de renunciamiento heredado a la vida fuerte, batalladora y fecunda.

Tenía sólo bastante conciencia y corazón para estar constantemente atormentado por la debilidad que le impedía ese renunciamiento. Y en aquel instante su espíritu se libertaba de toda traba y se exaltaba con la perspectiva imprevista de verse libre de su larga esclavitud.

Había dos hombres en Domingo: eso no era difícil adivinarlo. «Todo hombre lleva en mismo uno o muchos muertos», me había dicho sentenciosamente el doctor, que también sospechaba un gran renunciamiento en la vida del campesino de Trembles.

Y esto y todo un tropel de imágenes pasaban ahora como a trasmano de su vida; porque al renunciar a su dicha, había renunciado también al deseo de la vida y del mundo. El casamiento con Muñoz era eso, un acto de renunciamiento. En verdad no se arrepentiría nunca de su decisión.

Hice un signo afirmativo y al mismo tiempo sentí nacer en un vivo sentimiento de vergüenza. ¿Qué era mi gran proyecto de renunciamiento comparado con esa especie de abnegación, de olvido de misma, que se manifestaba en las más pequeñas como en las más grandes circunstancias, y que encontraba para todo el mismo amor? ¡Y yo, egoísta y orgullosa, me envanecía todavía de esa sublime resolución de mi corazón!

Con su moral de renunciamiento, de dolor y amargura, depresiva de la personalidad, que él combatirá tenazmente sabiendo cuán hondas son sus raíces y cuán esparcidas están, como fervoroso de la ciencia que era, sin ser propiamente un hombre de ciencia.

Y para replicó el médico, no hay mejor argumento en apoyo de mi tesis que esa misma indignación. Era para descargar su propia conciencia del peso que la aplastaba, por lo que arrojaba a tu madre todas las piedras que le caían bajo la mano. Lo que la empujaba era el miedo de su propia culpabilidad. ¿Y esa noble resolución de renunciamiento que había tomado pocos días antes?