United States or France ? Vote for the TOP Country of the Week !


Admitiendo esto como cierto, fácilmente puede ser comprendida y apreciada la personalidad de don Juan de Todellas, caballero madrileño y contemporáneo nuestro, cuya manía consiste en cortejar y seducir el mayor número posible de mujeres, con una circunstancia característica: y es, que así como hay quien se deleita y entusiasma con las ciencias, no en razón de las verdades que demuestran, sino en proporción del esfuerzo que ha menester su estudio, así don Juan, más que en poseer y gozar beldades, se complace en atraerlas y rendirlas; por donde, luego de lograda la victoria, viene a pecar de olvidadizo y despegado, entrándosele al alma el hastío en el punto mismo de la posesión.

Y este alarde de lujo le servía grandemente para fascinar á las hembras y rendirlas. Despojado de tales atavíos, quizá no sería tanta su buena fortuna. Pero esto es lo que no se confesaría el guapo aunque se hallase en el trance de morir. Soledad le amó con pasión frenética, mezcla de sensualidad, de admiración y gratitud.

Ellas, ceñidas por estrechos trajes que oprimen hasta modelar las formas, con sus largas faldas prendidas de flores y de blondas, con sus diademas de pedrería en la frente, la belleza impresa en el semblante y la alegría en las miradas, recibían el homenaje de rebuscadas frases, no siempre franco, con que sus adoradores trataban de rendirlas.