United States or Bangladesh ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aquellos infelices, de cuya educación nadie se ocupaba, vivían de la manera más miserable, comían cuando encontraban donde robarlo, dormían al raso, y en su infantil edad, el continuo roce con gente perversa y el abandono de toda educación tenían harto prematuramente prostituidas sus almas y enviciadas y torcidas sus conciencias; pues los tales rapazuelos, que por los sitios públicos enseñaban sus miserias, podían ser maestros en raterías, licenciados en la carrera rufianesca y carne dispuesta para consumirse en la horca, en las galeras ó en los presidios.

El carácter de los Itonamas, comparado con el de los Moxos, tambien presenta una diferencia notable: en vez de ser como el de estos, franco, leal, sociable y bueno, es un conjunto de todos los defectos contrarios á tales virtudes; los varones abrigan un estremado egoismo, y su astucia para las raterías no admite prioridad.

Pero la noche antes había quedado nuestra amistad en el punto en que el , aunque se impone ya, todavía asoma con mucha timidez a los labios. »Durante el día me hizo mi madre muchas insinuaciones acerca de la naturaleza de mis planes; raterías que se caían de inocente, para tirarme de la lengua. ¡A buena parte venía!

Creíase que eran muy mal adquiridas muchas cosas de mérito que se admiraban en su casa, particularmente obras de arte; y maravillaba el lujo de raterías que se daba por empleado para apoderarse de ellas. ¡Y esta mujer tenía un caudal enorme y era espléndida en sus gastos! Hay muchas almas de alquimia que tienen roñas así.

El Barrabás siguió hablando, sin fijarse en la mirada de reprobación de su hermano, creyendo ingenuamente que eran portentosas hazañas las raterías verificadas por su banda. Tal vez le inspiraba lástima aquel hermano infeliz, incapaz de pelearse con otro hombre y sin agallas para apoderarse de un mal pañuelo. A él le hacían caso en la cárcel.

Nada sabía; su tía le hablaba poco de Dios, y el maestro de escuela le había dicho sobre el mismo tema mil cosas huecas que nunca pudo comprender bien. Las nociones de su tía y las palabras del maestro se le habían olvidado con el penoso trabajo del taller de sogas y aquella vida errante de juegos, raterías y miseria. Sin saber cómo, este orden de ideas llevole a reconocerse culpable.