United States or French Polynesia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Lo mismo dice el Apóstol de la predicación del Evangelio, que a unos es olor vital, a otros olor mortal. ¿Sería luego buena prudencia quitarlo del mundo, quitando a los buenos el único medio por donde se han de salvar, por quitar la ocasión de hacerse peores a los que se pierdan, y de suyo están ya señalados para perdición?

Pedímosle también que, cuando hubiese menester el sustento, sin el cual no podía pasar, nos dijese dónde le hallaríamos, porque con mucho amor y cuidado se lo llevaríamos; y que si esto tampoco fuese de su gusto, que, a lo menos, saliese a pedirlo, y no a quitarlo a los pastores.

Tomaba parte con animación en la conversación general e iba de cuando en cuando a buscar un poco de reposo al lado de Elena, que es verdaderamente una deliciosa criatura, sencilla y tierna. Si ésta da alguna vez su corazón, no será mujer de quitarlo.

Ocho días de célula y pan seco... ¿Y ahora quién va á limpiar esta porquería? No seré yo, por cierto. Sargento, detenga usted ahí á estos animales hasta que todo esté limpio. Si no pueden quitarlo con las manos que lo arranquen con la lengua... En este momento vió á Tragomer y á su marinero que iban á salir. Ahora los ingleses, gruñó; bueno, pasen ustedes, no tenemos tiempo para hablar...

Pero no ocurrieron de este modo las cosas, porque ningún transeúnte se fijó en el pecho postizo, que era lo mismo que una vejiga de manteca; y al fin la chiquilla se apresuró a quitarlo, discurriendo con buen juicio que si doña Lupe al entrar veía colgado del balcón aquel acusador de su defecto, se había de poner hecha una fiera, y sería capaz de cortarle a su criada las dos cosas de verdad que pensaba tener.

No puede ser prosiguió la tía María, meneando la cabeza . Si fuera militar, tendría armas, y no las tiene. Es verdad que al doblar su levitón para quitarlo de en medio, hallé en el bolsillo una cosa a modo de pistola; pero al examinarla con el mayor cuidado, por si acaso, vine a caer en que no era pistola, sino flauta. Luego no es militar. No puede ser militar repitió el hermano Gabriel.

Maximina sacó del bolsillo un crucifijo de plata pendiente de un cordón y se lo entregó ruborizada diciendo: Este crucifijo me lo regaló la hermana San Sulpicio el día de su santo: lo traigo colgado al pecho hace tres años sin quitarlo jamás... Miguel se lo arrebató con alegría. Precisamente iba yo a pedirte una medallita para colgar al cuello. ¡Cuánto me alegro que te hayas anticipado!