United States or Cambodia ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Vamos, Melchor... déjate de cavilaciones infundadas! Clota es una muchacha excelente y te ha demostrado una consecuencia que parece que no quisieras reconocer. , Melchor, Lorenzo tiene razón, no debes quedarte. ¡ también!... ¡Hombre!... ¡No faltaba más!... Por poco voy a tener que pedirles permiso a ustedes para fumar un cigarrillo.

Este, pensando que era una recriminación, se apresuró a contestar: Yo no pensé que tu padre llevase las cosas a tal extremo... Me han dicho que por poco te mata ayer... No haga caso: me pegó algo más que otras veces. Y después de una pausa añadió con amargura: ¡Ojalá me hubiese matado! ¿Quisieras morir? preguntó él conmovido. repuso ella firmemente.

Maldito seas, juez, si no quisieras Mirar á nuestro Dios omnipotente, Y de esto

Para vivir pobremente, comer mal y andar por esas calles hecha un guiñapo, cubierta la cabeza con un mantoncillo de mala muerte, cuando si quisieras podrías ir vestida como una reina y ser la envidia de las más encopetadas y ricas señoras de este lugar, sin que la propia doña Inés dejara de contarse en el número de las envidiosas. ¿Y cómo he de hacer yo ese milagro? preguntó Juanita.

Sabe Dios si amor me esfuerza Que mi buen intento tuerza; Pero ya el mundo trazó Estas leyes, a quien yo He de obedecer por fuerza. Sale FELICIANA. FELIC. Perdona, hermano, si soy Más piadosa que quisieras. Espera, ¿de qué te alteras? D. TELL. ¡Qué necia estás! FELIC. Necia estoy; Pero soy, Tello, mujer, Y es terrible tu porfía.

Ya ves, te hago una verdadera confesión, te haría todas las que quisieras. Con el ánimo de crear un ambiente más cordial y propicio para la confidencia, procuró Muñoz halagarle, mientras apuraba copitas de verde Chartreux, para salir de su abatimiento.

no sientes nada, como todo el mundo... Pregunta a Francisca, a Petra y a Paulina, y a tantas otras, lo que pensarían si se encontrasen en una situación tan ridícula. ¡Bah! se lo preguntaré cuando lo estén, porque llegarán como yo, querida abuela. No será por su culpa respondió la abuela, dando un gran suspiro. ¡Ah! Magdalena, si quisieras...

Mira, estoy loca de contenta... y si quisieras.... ¿eh? Di que . Si quisiese.... ¿Se te antoja algo más? No, hijita, basta por hoy, basta. No, nada de compras... pero esta noche... quería ir al concierto a lucir el espejo... mira , ni las de Amézaga ni esa jamona de Luisa Natal lo tienen... ni sabían que en Vichy lo hubiese... van a quedarse de una pieza... anda, Periquín; que , ¿verdad?

Pues en verdad que no te he dar este contento; que, puesto que los agravios despiertan la cólera en los más humildes pechos, en el mío ha de padecer excepción esta regla. Quisieras que lo diera del asno, del mentecato y del atrevido, pero no me pasa por el pensamiento: castíguele su pecado, con su pan se lo coma y allá se lo haya.

Con ése habrá cautivado Cleopatra á Cesar, á Marco Antonio... ése ha oido las ardientes declaraciones de amor de los dos más grandes guerreros de su tiempo, ¡ése oyó frases en el más puro y elegante latin y ya quisieras tu habértelo puesto! ¿Yo? ¡no doy tres pesos! Veinte se pueden dar, ¡gonga! dijo Cpna. Tikâ en tono de conocedor; el oro es bueno y fundido servirá para otras alhajas.