United States or Ethiopia ? Vote for the TOP Country of the Week !


La marquesa miró al pulcro caballero con dureza y después se volvió rápidamente hacia sus hijas, que seguían con los ojos bajos, en la misma actitud rígida y silenciosa de siempre. Pinedo permaneció grave e indiferente, como si hubiese dicho la cosa más natural del mundo. Pues yo, amigo Pinedo, creo que los hombres deben tener también buenas formas manifestó la pánfila señora de Calderón.

Rió forzadamente, dirigiendo una mirada inquieta a Calderón. Si insistía, aquella pánfila era capaz de repetir en voz alta la atrevida frase que acababa de decirle. Por supuesto siguió Pepa que yo me meto lo menos posible en sus reyertas. Ni voy apenas por su casa. ¡Uf! ¡Me crispa el hacer el papel de suegra!

Luego encrespándose de pronto: Es un bribón ¿sabes? un sinvergüenza, que no sabe siquiera guardar el decoro de su mujer. La mayor parte de los días la espera a la salida de San Pascual y la acompaña a pie hasta su casa. En el teatro no le quita los gemelos de encima. ¡Una porquería! Aunque sea un mal marido, que tenga dignidad. Y la pánfila de mi hija, loca, perdida por él. ¡Has visto qué imbécil!

Clementina escuchólo con mal refrenada alegría y le metió los dedos en la boca hasta que la pánfila señora de Calderón desembuchó lo que tenía dentro y pudo convencerse de que Tomás ardía en amores por ella.

Y en efecto, la querida de Salabert les había echado una mirada penetrante sospechando lo que hablaban, y arrugó el entrecejo: "¡Anda, anda! ¡A buena parte iban con recaditos! ¡Como la picasen un poco era capaz de agarrar por el moño a aquella pánfila y batirla contra la pared!" La Socorro era una rubia linfática, de tez nacarada y ojos claros, un poco romántica y un mucho susceptible.

Estos protestaron afectando gran formalidad, pero la primera dijo al oído del segundo: Si será pánfila esta Mariana, que hace ya tres meses que el general Cruzalcobas le está haciendo el amor y aún no se ha enterado. Así llamaba Pepa al general Patiño, y no sin fundamento. A pesar de su apuesta figura un tanto averiada, y de su continente marcial, Patiño era un veterano falsificado.

Yo, por ejemplo... verbigracia, yo». Entrole una risa convulsiva. «¿Y de qué te ríes, pánfila? se dijo a misma . Más honrada eres que el sol, porque no has querido ni quieres más que a uno. ¿Pero estas... estas?... Ja ja ja. Cada trimestre hombre nuevo, y virtuosa me soy. ¿Por qué?