United States or Tajikistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


La tripulación le comprendió perfectamente; la alternativa era inevitable; así, gracias a las velas de que estaba cargado y a sus vigorosos remeros, El Gavilán comenzó a hacer tres nudos. Pero Kernok no se engañaba sobre la marcha de su buque; veía bien que la corbeta inglesa tenía sobre él una ventaja real, puesto que venía con el viento.

Por lo que toca a misia Melchora, me conmueve su generosidad. «Los Chajales» constituyen un verdadero reino; pero yo sería allí una reina intrusa, puesto que no puedo dar, en cambio, mi corazón, que ya no me pertenece. No merece tampoco misia Melchora ser engañada. Yo no puedo entrar en aquella casa, llena de tradición caballeresca, de noble altivez, de epopeya histórica.

Rafael se irritó ante la terquedad de aquella mujer. ¡Si no fuese por su miedo a que le indispusiera con el amo, haciéndole perder el puesto en el cortijo, que era la esperanza de él y su novia!... Ella seguía insultándolo, pero menos iracunda, como si la embriaguez la privase de movimiento y su deseo no pudiera exteriorizarse más que con palabras.

A lo que el mayordomo dijo: -Señor gobernador, de muy buena gana dejáramos ir a vuesa merced, puesto que nos pesará mucho de perderle, que su ingenio y su cristiano proceder obligan a desearle; pero ya se sabe que todo gobernador está obligado, antes que se ausente de la parte donde ha gobernado, dar primero residencia: déla vuesa merced de los diez días que ha que tiene el gobierno, y váyase a la paz de Dios.

Puesto que es necesario dar á seis millones de filipinos sus derechos para que sean de hecho españoles, que se los el Gobierno libre y espontáneamente, sin reservas injuriosas, sin suspicacias irritantes.

, señora; yo sería lo que es usted si estuviera donde usted está... Vaya, que el mérito no es tan del otro jueves, ni hay motivo para tanto bombo y platillo. Y si no, venga usted a mi puesto, al puesto que tuve desde que me engañó aquel, y entonces veríamos las perfecciones que nos sacaba la mona esta». Y las miradas de la de Santa Cruz volvieron a flecharla.

Era una escena extraña ver al hombre de iglesia protestando en nombre del buen sentido; pretendiendo luchar contra las preocupaciones amontonadas por varios siglos de fanatismo. Puesto que ustedes lo quieren, sea dijo por fin. Saquen el santo y que Dios se apiade de nosotros. Una aclamación inmensa de la muchedumbre, que llenaba la plaza de la iglesia, saludó la noticia.

Es cosa que daría que hacer a los etimologistas y a los anatómicos de lenguas, el averiguar el origen de la voz calavera en su acepción figurada, puesto que la propia no puede tener otro sentido que la designación del cráneo de un muerto, ya vacío y descarnado.

Pero estos ruegos fueron sin provecho, puesto que los judíos, ofendidos con rigorosas órdenes de los Reyes Católicos, porfiaban en morir en su lei, persuadidos que Dios iba á obrar en favor de ellos milagros semejantes á los de Egipto, i que la tierra que tomasen por morada seria la de promision.

La conducta de Emilio aquella noche la había trastornado, la había puesto excesivamente nerviosa. Y para fin de fiesta, la escena violenta que preveía entre su madre y su marido, de la cual tal vez saldría su ruptura definitiva con éste, la llenaba de espanto.