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Desconfío de que, si nos lo propusiéramos, pudiésemos recoger ahora los fondos, y por otra parte reclamarlos en estas circunstancias, acaso sea perjudicarnos contribuyendo al nublado que se les viene encima. En fin, sirvan estas líneas de toque de alarma. En cuanto sepa algo concreto, le avisaré a usted para que me órdenes. En asunto tan grave no me atrevo a tomar la iniciativa

Toda la cuestión está en eso: encontrar lo que conviene a nuestra manera de ser y no copiar la dicha de nadie. Si nos propusiéramos los dos cambiar los papeles no querrías nunca representar el mío y yo aun me vería más apurado para interpretar el tuyo.

Por ejemplo; si nos propusiéramos determinar el grado de velocidad, por la agitacion que sentimos en nuestro cuerpo, tendríamos que la medida seria diferente segun lo fuera la agitacion; ¿y quién ignora que esta agitacion depende de las mayores ó menores fuerzas del que se agita, y muy particularmente de su magnitud?

Pero si nos propusiéramos exponer todas las vicisitudes tan divertidas, todas las escenas tan interesantes y todos los momentos críticos, que el autor sabe hacer brotar de tan complicado enredo, ó indicarlo tan sólo ligeramente, necesitaríamos mucho mayor espacio del que disponemos con arreglo al plan de esta obra.

El ser infinito nos seria dado en intuicion, como se nos dan los hechos de nuestra propia conciencia: el conocimiento que de él tendríamos seria de un objeto eminentemente incomunicable como predicado, á cualquier órden de cosas finitas; y cuando se nos preguntase si la idea de esa infinidad es aplicable á un número ó á una extension, veríamos una contradiccion tan manifiesta como si nos propusiéramos identificar un acto de nuestra conciencia con los objetos externos.

No queremos acta, porque el acta que propusiéramos no la aceptaría ningún hombre de honor, y no tenemos intención de ofender al marqués del Lago. Luego, al tratar de las armas, hubo también su poquito de discusión. Se reconocía el derecho de Aldama a elegir, pero los padrinos del marqués, sobre todo González de la Riva, expresaron su deseo de quitar gravedad al duelo.