United States or Pakistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y es muy posible decía encaminándose hacia la casa de la Dorotea, bajo la tenaz lluvia que no cesaba un momento ; es muy posible que los celos de doña Clara sean verdades; se prende á don Juan, no bastan las lágrimas de una mujer como doña Clara para que le suelten, ni aprovechan para nada las súplicas de la reina. Después y de motu proprio, el rey nos pone en libertad.

El estruendo que hace es muy sobrado, Y el humo al aire tiene tenebroso, Una noche dormí en una sábna, Dos leguas de él, mas fué la Toledana. Yo proprio lo he oido á naturales, Tratando de este salto y su grandeza, Que estaban con temores desiguales, A oir aquel sonido y su braveza.

Cierto que acepta las sustancias animales inherentes al puchero, pero es como precepto medicinal más que como verdadera satisfacción. Y fuera de esto y de algún huevecillo, seguro está que ninguna Granadina se recete motu proprio otros manjares que ensaladas, ensaladillas y ensaladetas, en cuyo ramo su inventiva es inagotable.

-Eso no puede ser -respondió don Quijote-: digo que no puede ser que haya caballero andante sin dama, porque tan proprio y tan natural les es a los tales ser enamorados como al cielo tener estrellas, y a buen seguro que no se haya visto historia donde se halle caballero andante sin amores; y por el mesmo caso que estuviese sin ellos, no sería tenido por legítimo caballero, sino por bastardo, y que entró en la fortaleza de la caballería dicha, no por la puerta, sino por las bardas, como salteador y ladrón.

A cuyo claro y singular renombre Se postran quantos puertos el mar baña, Descubre el sol, y ha navegado el hombre. Arrojose mi vista á la campaña Rasa del mar, que truxo á mi memoria Del heroyco Don Juan la heroyca hazaña. Donde con alta de soldados gloria, Y con proprio valor y airado pecho Tuve, aunque humilde, parte en la vitoria.

Aquél tendimos, haciendo cuenta de ablandalle, lo cual era imposible, porque de lo duro mal se puede hacer blando. El diablo del enjalma maldita la cosa tenía dentro de , que puesto sobre el cañizo todas las cañas se señalaban y parecían a lo proprio entrecuesto de flaquísimo puerco; y sobre aquel hambriento colchón un alfamar del mesmo jaez, del cual el color yo no pude alcanzar.

La libertad de cultos, que el alto clero de Buenos Aires apoyó, no ha sido restringida; la población europea se disemina por las estancias, y toma las armas de su motu proprio para romper con el único obstáculo que la priva de las bendiciones que le ofreciera aquel suelo; los ríos están pidiendo a gritos que se rompan las cataratas oficiales que les estorban ser navegados, y el Banco Nacional es una institución tan hondamente arraigada, que él ha salvado la sociedad de la miseria a que la habría conducido el tirano.

No lo hicieron así las de Luscinda y Cardenio, y aun las de casi todos los que allí presentes estaban, porque comenzaron a derramar tantas, los unos de contento proprio y los otros del ajeno, que no parecía sino que algún grave y mal caso a todos había sucedido.

Y una de las cosas en que más este caballero mostró su prudencia, valor, valentía, sufrimiento, firmeza y amor, fue cuando se retiró, desdeñado de la señora Oriana, a hacer penitencia en la Peña Pobre, mudado su nombre en el de Beltenebros, nombre, por cierto, significativo y proprio para la vida que él de su voluntad había escogido.

En la época en que florecieron los primeros teólogos cristianos, el más abyecto servilismo, el servilismo oriental refinado por los sutiles griegos de la decadencia, estaba de moda en el mundo, que levantaba templos a los emperadores reinantes para rendirles culto, y para endiosar a Dios en las formas del tiempo, los cristianos llevaron el ceremonial del miedo a su señor celestial hasta los últimos límites de lo posible, hasta los últimos extremos de lo repugnante y de lo absurdo, como si Dios hubiera "hecho a los hombres a su imagen" para que fueran su antítesis; pera sacrificarlos en holocausto a mismo como Saturno a sus hijos; para degradarlos, levantando con su omnipotencia caprichosa más alto en la segunda vida a los que de "motu proprio" hubiesen caído más bajo y más sucio en la primera; como si los hombres hubiesen recibido en la existencia la carta del negro, no para que la disfrutasen, sino para que la padecieran como una sentencia de oprobio, por "el delito de haber nacido del pecado original".