United States or Hungary ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero cultivaba su amistad comprendiendo que en todo momento podría confiar en los buenos oficios de su discreción y de su bondad. Ahora la divertía el tono afectado con que le reprochaba sus inconsecuencias con Muñoz. ¿Me prometes insistía ser leal, quererle de verdad, prodigar en este amor tu corazón? Te prometo respondió Adriana imitando su énfasis no traicionarle jamás, prodigarle mi corazón.

El, muy conmovido, besó religiosamente aquella linda mano, insistiendo: Dime, ¿te quieres ir de esta casa? No, no; aquí me quedaré; si fuera necesario te avisaría. ¿Me lo prometes? Prometido. Se quedaron callados un momento; después Carmen preguntó con sobresalto: Y ¿qué diré a doña Rebeca de mi comisión?... La he cumplido muy mal.

Y si me duermo esta noche, ¿qué será de ? Fíjate bien, Juan, si ves que comienzo a cabecear, te acercarás a tocarme en el hombre por detrás. ¿Me lo prometes? , padrino, os lo prometo. Juan sólo prestaba mediana atención al discurso del cura.

No habrá ocasión tan presto Cuando te llame a verme, Que presto la ha de haber, aunque ya es tarde. Y en pago, esposo, desto, Tan tuya quiero hacerme, Que entre mis brazos tu venida aguarde. ABIND. Huya el temor cobarde, Señora, de mi pecho, Si ese bien me prometes. JARIFA. Paso: no te inquietes, Que por ventura por mi bien se ha hecho; Que, viniendo secreto, Tendrán nuestros deseos dulce efeto.

Ven a verme al punto. Te quiere tu Luz». No hay que decir que doña Manolita estuvo a los pocos minutos en el cuarto de doña Luz, la cual se echó en sus brazos, llorando con mucha ternura y besándola y llamándola su único consuelo. Todo lo vas a saber le dijo . Me moriría si no me consolase diciéndotelo. eres buena y sigilosa. ¿Prometes callarte? Lo prometo contestó la hija del médico.

Déjame por Dios, Almudena dijo con acento de aflicción la dama, creyendo vencerle mejor con súplicas afectuosas . Yo te quiero; pero me llaman mis obligaciones. Matar yo galán bunito gritó el ciego apretando los puños, y dando algunos pasos hacia la anciana, que medrosa se había apartado de él. Ten juicio; si no, no te quiero... Vámonos. Si me prometes ser bueno y no pegarme, iremos juntos.

En cuanto tiene dinero hace cada barbaridad... Con que no le des ni un duro. ¿Me lo prometes? Pero, mujer... No hay pero que valga; cuanto le das es para su mal. ¿Por qué? Porque tiene... Vamos, que se lo gasta todo con una bribona, no para en casa, descuida el estanco, trata mal a la pobre tía... y se pone malo. ¿Lo harás? Te prometo no volver a darle ni una peseta.

Y agarrado a la reja se expresaba con tal vehemencia, que parecía querer meter su cara por entre los hierros buscando la de María de la Luz. Quieto, ¿eh? dijo la muchacha con risueña amenaza. A ti que te voy a picá yo, pero con una horquilla del moño, si no te estás quieto. Ya sabes, Rafaé, que no me gustan ciertas bromas y que salgo a la reja porque me prometes que serás formal.

¿Pues qué?... ¿Creías que te iba a dar un ojo de buey? gritó la vieja riendo a todo reír . ¡Mira ésta!... Yo quería lo menos dos mil dijo Isidora con terror. ¡Jo... sús! ¡Los dos mil los tienes en el canto de la memoria! Yo los quisiera para . En fin, y mismamente..., si me prometes devolvérmelos pronto, podré buscarte mil... ¡Ay! arrastrada, ¿en qué gastas el dinero?

No me atrevo a pedirte que dejes de asistir al baile aunque eso sería lo más conveniente, porque dirías que te pido demasiado... Pero te ruego que no bailes, sobre todo el vals... No es que estés enferma; pero te veo tan nerviosa y agitada que no puedo permitir que te entregues a un ejercicio que habría de exacerbar tu excitación. ¿Conque, me lo prometes, Magdalena? Di, hija mía.