United States or Netherlands ? Vote for the TOP Country of the Week !


A la piedra negra de la Caaba se refieren desde los postreros días de la vida del Profeta una porcion de ritos y ceremonias que pueden verse prolijamente detalladas en las eruditas notas de Gagnier, edicion de Abulfedá, pág. 130, copiando la interesante relacion de Gjaher, hijo de Abdallah, testigo presencial de la última visita de Mahoma á la casa de Dios.

Antón Francesco Cirni Corso escribió una muy de atender, por la circunstancia de hallarse en contacto con el Capitán general y conocer las providencias del Consejo de guerra . Más concisa, pero mereciendo también la fe de testimonio presencial, es de citar la de M. T. de Carrelières, Capitán de una compañía de franceses, relacionado con el gran Maestre de San Juan ; de las varias que circulaban formó la suya Alonso de Ulloa , trasladándola después al italiano con agregación de otras campañas , y acaso también sirvieran al genovés Foglietta , teniéndose en cuenta al redactar historias generales del reinado, tales como las de Antonio de Herrera y Luis Cabrera de Córdova , pues que lo esencial de la jornada se encuentra en ellas.

Cristóbal de Virués , nacido á mediados del siglo, peleó en la batalla de Lepanto, que describió después como testigo presencial ; sirvió en las guerras de Milán y Flandes , y, según parece, continuó hasta su muerte, ocurrida en el año 1610, alcanzando la efectividad de capitán.

D. Fernando Colón, testigo presencial, refiere que, visto su demasiado atrevimiento, por espantallos, mandaba tirar el Almirante alguna lombarda de cuando en cuando, y que ellos respondían con gran grita, dando con sus bastones en las ramas de los árboles, haciendo grandes amenazas y mostrando no tener temor del sonido ó estruendo de las lombardas, pensando que debían ser como los truenos secos sin rayos, no más de para causar espanto; y que porque no tuviesen tan gran soberbia, ni menospreciasen á los cristianos, mandó que una vez tirase una lombarda contra una cuadrilla de gente que estaba junta y apeñuscada en un cerrito, y dando por medio dellos la pelota, hízoles cognocer que aquella burla era también rayo como trueno, por tal manera que después aun tras los montes no se osaban asomar

El haber sido testigo presencial de la muerte del marqués, y hasta «la casualidad» de haberle «precedido», inmediatamente «en el uso de la palabra», le proporcionaron motivos para entretener largamente a aquellas señoras con minuciosos pormenores sobre el lamentable acontecimiento, cuando no se hablaba en la casa de otro asunto.

Algunos meses antes de este suceso, del que el cronista, testigo presencial, dice con ingenua conmiseración, que era piedad ver una cosa tan nueva en Teruel, algunos meses antes, decíamos, el 30 de Agosto de 1485, habían sido también quemados en la plaza del Mercado, Berenguer Rám; Gonzalvo Royz, mayor; su hijo Gil de Gil Royz, y Violante de Santangel, su muger.

Recuerda si en alguna ocasión te aconteció ser testigo presencial de cómo ese mismo objeto, la Rúa Ruera, suscitó duplicidad de imágenes e impresiones en dos observadores de genio contradictorio; y ahora amalgama aquellas imágenes e impresiones.

Pero es lo que sucede siempre: pasan las cosas; va usted sintiéndolas y estimándolas una a una, y confiándolas de igual modo al dictamen o al afecto del amigo, y todas ellas van pareciendo naturales y corrientes, y ordenándose y acomodándose sin reparos, ni asombros ni aspavientos de nadie; pero devórelas usted solo; almacénelas adentro, y a la hora menos pensada, suelte el acopio entero y verdadero para que se vea y se estime en su legítimo valor: ya parecen cosas diferentes, y hasta resulta montaña lo que quiso usted que resultara granito de salbadera, o al revés... Por supuesto, voy hablando de lo que me pasa a de ordinario, para venir a parar a que lo que ha de asombrarle a usted, sin llegar a entenderlo claro, viéndolo derramado en esta carta, le hubiera asombrado menos y lo habría apreciado mejor siendo testigo presencial de los sucesos.

El Príncipe Constante excitó en Weimar tan general entusiasmo, que, según dice un testigo presencial, el público no se cansaba de admirarlo; Immermann afirma, en sus Cosas memorables, que al representar su Mágico prodigioso, hasta en el vulgo hizo, en Dusseldorff, efecto extraordinario; La hija del Aire fué aplaudida en el mismo teatro en su forma primitiva, y en otras ciudades lo fué un arreglo moderno de esta comedia, no poco defectuoso; Doña Diana, El Médico de su honra, El Secreto á voces, La Vida es sueño y La Estrella de Sevilla fueron largo tiempo comedias favoritas del público alemán, y son todavía en algunos lugares rayos brillantes de luz, que alumbran aquí y allí el mundo, digno de lástima, del teatro.