United States or Sudan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ulises, al seguirla, adivinó fija en sus espaldas la mirada recelosa del escribiente. ¿También es polaco? preguntó. , polaco... Es un protegido de la doctora.

Prodújose un rumor de admiración. ¿Y vuesas paternidades habéis recibido nuevas cartas de Francia? preguntó don Alonso al padre Jaime Rodríguez, de la Compañía de Jesús. Casi todas se quedan por el camino. Este mes sólo una ha logrado llegarnos. Trae algunos pormenores de la primera acometida del Bearnés sobre París, en diciembre pasado. Sepamos, sepamos.

Inmensa multitud se apiñaba en aquellos improvisados sitios de recreo, y oíanse los gritos y vivas con que se celebraba el gran suceso de la Albuera. Aguardamos largo rato. Los amigos de lord Gray y D. Pedro esperaban en la muralla en dos grupos distintos. ¿Se han traído los garrotes? preguntó sigilosamente uno de los de lord Gray.

Al avistar Tenerife preguntó con emoción si ya estábamos en Buenos Aires. Mañana, al ver de lejos las islas de Cabo Verde, volverá a creer que hemos llegado... ¡Infeliz! De todos los que vamos en el buque es el que más piensa en Buenos Aires, y bien podría ocurrir que fuese el único que no llegase a verlo.

¿Qué coluna tan grande es ésta? le preguntó don Cleofás. El celebrado rollo del mundo le respondió el Cojuelo. Luego ¿esta ciudad es

Una mañana, al llegar al estudio, Roussel encontró á su hijo más contento que de costumbre y cuando le preguntó la causa, éste sacó del bolsillo una carta y se la entregó. Era de Herminia, que llamaba á Roussel "querido padre," le daba las gracias por su abnegación, le prometía pagársela con su cariño, y le abrazaba, entretanto, de todo corazón.

¡Vamos, valor, hijos míos! decía , Dios es justo y por su asistencia y la mía nos vemos libres de ese infernal gitano. ¡Cómo! preguntó el honrado Massareo , ¿está usted bien seguro, Santiago, de que el condenado está entre el número de los muertos? ¿Dónde quiere usted que esté, capitán? Con semejante tiempo no era posible salvarse a nado.

Cuidaba y mimaba á su marido con gran cariño y él la seguía en sus idas y venidas por las habitaciones, con unos ojazos que revelaban la ternura del agradecimiento. En fin, querido planeta continuó el capitán que parecen unos novios. No qué diablos habrán andado en esto, pero los dos son otros, completamente. Aresti sonreía. ¿Entonces preguntó la casa de mi primo será un nido de amor?

¿Qué hay, qué hay? preguntó, echándose al suelo. Nada... cuidado con los pies; la corrección. Benincasa había sido ya enterado de las curiosas hormigas a que llamamos corrección. Son pequeñas, negras, brillantes, y marchan velozmente en ríos más o menos anchos. Son esencialmente carnívoras.

Cuando se levantaron de la mesa, María Teresa se acercó a Juan y le preguntó si quería acompañarla al Casino. Agradezco mucho su generosa oferta; pero si usted me permite, voy a quedarme con su papá. Soy un ser huraño, me gusta poco la sociedad. ¿Cree usted que yo consentiría en darle la molestia de mezclar mi persona a través de sus relaciones balnearias?