United States or Åland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Desensillaron los pingos y se sentaron en rueda, refiriéndose entre infinitas menudencias porque tiene muchos cuentos y muchos hijos la ausiencia.

¡Anday, judíos! exclamaba una moza del partido azotando con un zueco la espalda de muchos de sus conocidos, peones de albañil y canteros. Detrás del duelo iba una escasa representación del sexo débil; pero, según las de la cesta y las de las fuentes públicas, «eran malas mujeres». ¡Anda , pendón! ¿Adónde vais, pingos?

Has sido constante, leal, generoso y heróico, porque me has salvado del poder de aquellos vándalos que me martirizaban. Mereces mi corazón y mi mano. Ven, sígueme y no seas bobo, ni te creas inferior á porque estás vestido de pingos. Observó Migajas la deslumbradora apostura de la dama, el lujo con que vestía, y lleno de pena exclamó: Señora, ¿á dónde he de ir yo con esta facha?

Era también de rúbrica el paseíto los domingos, en corporación, las niñas muy bien arregladitas con cuatro pingos que parecían lo que no eran, la mamá muy estirada de guantes, que le imposibilitaban el uso de los dedos, con manguito que le daba un calor excesivo a las manos, y su buena cachemira. Sin ser vieja lo parecía.

Se había desmejorado mucho de físico, y en lo espiritual no había ganado nada. Estaba flaca, sucia, vestía de pingos que olían mal, y la pobreza, la vida de perros y la compañía de aquel salvaje habíanle quitado gran parte de sus atractivos. A los tres días se me hicieron insoportables las exigencias de la fiera, y me avine a todo.

Si la ves, dile que mande por sus cuatro pingos y por los papelotes de su padre». Y en efecto, al anochecer del 12, Isidora mandó por su equipaje. ¡Temblad, humanos!..., ¡ponía casa! El furor de D.ª Laura creció, y en ella chocaban las palabras con las ideas y las ideas con las palabras, como las olas de un mar embravecido.

27 Este se ata las espuelas, se sale el otro cantando, uno busca un pellón blando, este un lazo, otro un rebenque, y los pingos relinchando los llaman dende el palenque. 28 El que era pion domador enderezaba al corral, ande estaba el animal bufidos que se las pela... y más malo que su agüela, se hacia astillas el bagual.

Son pingos del andar de gente presumida, y hasta con pespuntes de elegantes mozas.

«Bien dijo Botín, sentándose otra vez y mirándose su pie pequeño como hacía en el Congreso . Ahora póngase usted el vestidito que usaba cuando iba a rezar a la iglesia con tanta devoción. Lo he dado. Yo no guardo pingos». Botín volvió a la alcoba. Tomó de una percha una bata, y ofreciéndola a Isidora con imperturbable frialdad, le dijo: «Póngase usted este».