United States or Samoa ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tenía los ojos azules, oscuros y profundos como el mar, y como en éste, también fingía la mente detrás de su misterio palacios encantados de cristal y jardines deslumbradores. ¡Parecía increíble que tal pimpollo fuese hijo del puerco espín de D. Marcelino! Cuando más niña, la llamaban en la villa el angelito.

Señorita Blanca, presento a usted mis más sumisas manifestaciones de respeto y admiración dijo el doctor de las Vueltas, entreabriendo su boca como un pimpollo. ¡Oh, doctor! tantas gracias contestó Blanca. Es usted la reina del baile. Lleva usted mis parabienes, Blanca...¡aaah!...¡está usted espléndida... aaah! decíale el compañero de don Bonifacio, arrullando alrededor de Blanca.

Ya se ve; y que le gustaban los pajes. Y que Inés no es su hija. No, pues la Inés, que es un pimpollo, ha sacado las mismas aficiones que la madre; ya ha tenido tres novios pajes de su majestad. ¿Y cuál es el paje de ahora? Un muchachote rubio, paje de la reina; un chico rubicundo, que la echa de valiente, y á quien tengo ojeriza. ¿Y cómo se llama ese paje? Valentín Pedraja.

Si no quiere esta fresca y lozana yedra enlazarse al viejo tronco, carcomido ya, trepe por él, me digo, para subir al renuevo tierno y al verde y florido pimpollo. Dios los bendiga a ambos y prospere estos amores. Lejos de llevarte al chico otra vez, le retendré aquí, hasta por fuerza, si es necesario. Me decido a conspirar contra su vocación. Sueño ya con verle casado.

Pimpollo apenas abierto, Algun dia serás rosa, Que derramará pomposa Su perfume embriagador... Pero ¡ay! entonces tal vez Te oprimirán las congojas!... Antes que esparsas tus hojas Duerme tranquila, Leonor.

Era raro el galán que duraba más de un par de meses en su gracia. En realidad ninguno estaba en posición de merecerla. En Lancia y en el resto de la provincia no había quien tuviera hacienda proporcionada a su dote. Si alguno existía, no estaba por su edad habilitado para casarse con tan tierno pimpollo.

Pase adelante, Pare Santo... Entre su mersé, bigotillo de gobernaor... ¡Qué honra pa nosotras el verle!... Aquí estamos haciéndole compañía a este pimpollo de Abril, que lleva en su tripa bonita una churumbela como er mesmo Niño Dios.

Con el asenso de Híala comenzaron entrambas a procurar dar caza a la mariposa; pero el insecto, burlando las trazas de sus lindas perseguidoras, las fué llevando hacia los bosques inmediatos, ya parándose en un pimpollo o en una rama, ya alzando el vuelo con presteza y maravilloso instinto.

El niño iba hecho un pimpollo, cubierto todo el vestidito de cintas y encajes, y la criada rodaba, para divertirle, un aro con cascabeles, hacia los cuales él tendía las manecitas. Después se puso serio, diciéndose: «rara es la fruta que llega a los labios de su legítimo poseedor sin que la hayan picoteado los pájaros».

Con cincuenta y seis años de edad, no pocos padecimientos y la facha que ya hemos descrito, don Casimiro mismo, á pesar de su amor propio, que no era flojo, había hallado, allá en el centro de su conciencia, un si es no es inverosímil que le quisiesen casar con aquel pimpollo.