United States or Bahrain ? Vote for the TOP Country of the Week !


Niña, no comprendo bien lo que dices. O es que no estoy en autos, o es que disparatas. No disparato ahora, pero he disparatado antes. Repito que he provocado a don Andrés para vengarme de doña Inés y para dar picón a don Paco. Yo estaba celosa. Temí que él se rindiese a doña Agustina. No comprendí cuánto me quería él. Ahora lo comprendo.

Ni Pérez Galdós, ni Pereda, ni Picón, ni el mismo P. Coloma, que publicó hace poco un nuevo e interesante libro, ni menos aún la Sra. D.ª Emilia Pardo Bazán, necesitan que nadie llame la atención del público sobre sus escritos.

En este momento entró Momo mal engestado, precedido de Golondrina cargada de picón. Traía las manos y el rostro tiznados y negros como la tinta. ¡El rey Melchor! gritó al verlo Marisalada. ¡El rey Melchor! repitieron los niños. Si yo no tuviera más que hacer respondió Momo rabioso que cantar y brincar como , grandísima holgazana, no estaría tiznado de pies a cabeza.

Los celosos eran otra banda; éstos, unos estaban en corrillos riéndose y mirando a ellas; otros, leyendo coplas y enseñándoselas; cuál, para dar picón, pasaba por el terrero con una mujer de la mano; y cuál hablaba con una criada echadiza que le daba un recado.

Jamás he robado ni la punta de un alfiler, ni he dicho más mentiras que alguna que otra para bromear. De los palos que le daba a mi mujer hace treinta años, me arrepiento, aunque creo que bien dados estuvieron, porque era más mala que las churras, y con un genio más picón que un alacrán.

Recelaba la gente que los amores de Currito, por el Sol de Tarifa, eran fingidos o por lo menos fruto de anterior despecho amoroso y que estos amores ponían la mira, más o menos conscientemente, en dar picón a doña Ramona.

Más probable es que el autor de Don Juan Tenorio se inspirase para su hermosa leyenda, en este caso, que en los sucesos narrados en la Cántiga LXI de D. Alfonso y los Castigos y documentos del rey D. Sancho que cita el Sr. Picón como orígenes de A buen juez, mejor testigo. En el archivo municipal de Sevilla existe una relación del suceso que no deja de ser curiosa.

Lo que se me ocurrió decir hace tiempo sobre las novelitas del Sr. Reyles, ha dado ocasión o motivo a una extensa polémica en la que han tomado parte el mismo Sr. Reyles, la señora doña Emilia Pardo Bazán y los señores D. Jacinto Octavio Picón y D. Eduardo Benot.

Al contrario, he dicho que tal vez serán tan buenas y tan excelentes, que cuanto escribimos, la misma doña Emilia, Pereda, Galdós, Jacinto Octavio Picón, Armando Palacio Valdés y otros varios, sin que yo me excluya, serán obrillas insubstanciales, epidérmicas y absolutamente desprovistas de enseñanza y de trascendencia.

No estés enfurruñado conmigo dijo Juanita, tuteándole por primera vez . Yo estaba celosa de doña Agustina y enojada contra ti con tan poca razón como estás ahora enojado; yo quería darte picón. Soy leal. Confieso mi culpa y me arrepiento de ella. Es cierto; provoqué a don Andrés sin reflexionar lo que hacía. Perdónamelo. Me besó por sorpresa, pero lo rechacé con furia.