United States or Pakistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


De salud, bien. ¿Te vas resignando? le preguntó, siempre con la vista fija en el periódico y con un tono ligero que hirió vivamente a Miguel. No, señor contestó éste un poco picado. D. Bernardo se dignó levantar la vista hacia él manifestando sorpresa; tornó a bajarla y dijo en voz baja y cavernosa: Pues no adelantarás nada con atormentarte; hay que someterse a la voluntad de Dios.

Dirá usted que les llevamos paraguas; ¿y para qué sirven los paraguas? El Magistral se puso colorado. En efecto, los paraguas no servían de nada en el bosque. Haga usted lo que quiera dijo yo sigo. Eso es darme una lección replicó don Víctor algo picado y continuando también la ascensión penosa. No señor. señor; eso... es ser más papista que el Papa.

Pedro Sancho y Francisco de Jerez, secretarios de Pizarro, antes que Antonio Picado desempeñara tal empleo, han dejado algunas noticias sobre su jefe; y de ellas, lejos de resultar la sospecha de tan suprema ignorancia, aparece que el gobernador leyó cartas.

Ejecutada la hazaña, a puntapiés mandó los tristes restos a las esquinas de la habitación, de la cual se retiró sin volver atrás el rostro. Tabaco picado A los pocos días supo Amparo en la Granera, convento laico donde nada se ignora, que Chinto andaba pretendiendo ingresar en el taller de la picadura.

No señor, no señor, gritó don Custodio picado y poniéndose colorado: los edificios están levantados y solo esperan que se los utilice. Higiénicos, inmejorables, espaciosos... Los frailes se miraron con cierta inquietud. ¿Propondría don Custodio que se convirtiesen en escuelas las iglesias y los conventos ó casas parroquiales? ¡Veámoslo! dijo el General frunciendo el ceño.

La señora de Laroque clamó contra este exceso de celo galante, y la conversación, en lo que á concernía, no fué más lejos, pero me dejó muy picado, no contra el subprefecto, que por el contrario me gustaba muchísimo, sino contra la señora de Laroque, que haciendo á mis cualidades privadas una excesiva justicia, no me había parecido suficientemente penetrada de mi mérito oficial.

Los mejores del mundo. Pero la linda rubia no era de las que se callan por largo tiempo, y exclamó: ¡, se quieren tanto como pueden quererse dos hombres que ambicionan el mismo trono y la misma mujer! Su madre le dirigió una mirada furibunda, pero aquellas palabras habían picado mi curiosidad; y antes de que la vieja pudiera reñirla, le pregunté: ¿Cómo es eso? ¿La misma mujer?

A ver... Dígolo porque si quiere usted ahorrarse ese trabajo, figúrese que aburrida ha salido por esos mundos, que ha echado el anzuelo, que le han picado, que tira para arriba, y que ¡oh, sorpresa!, me ha pescado a . Aquí me tiene usted fuera del agua dando coletazos de gusto por verme tan bien pescado.

¿Y quién le garantizaba que este príncipe no fuera tuerto o picado de viruelas?... ¡Había que evitar resolución tan inconsulta!... Y para evitarla, no veía otro medio que dejar de mirar las almas y mirar sólo los rostros... ¿No era al fin y al cabo eso lo que le aconsejó el enano cuando le dijera: «mira las rosas y no toques los rosales?...»

La generala desplegó el abrigo y se lo metió con la ayuda de Miguel; pero no acababa de dar al cochero la orden de retirarse; la máscara había picado su curiosidad de mujer caprichosa, y buscaba una aventura con el deseo irritado de quien va a despedirse de ellas para siempre.