United States or Cabo Verde ? Vote for the TOP Country of the Week !


Se ve sentado en una mesa al tesorero del Rey con recado de escribir, presentándose Gonzalo y su compañero el bravo García de Paredes. Y éstos los libros: aquí Se siente vuestra Excelencia. Y aquí he de tener paciencia: ¿Papelejos? Pesia á .

Y eres, moro, el primero A quien doy satisfaciones; Y no te las doy por , Que no temo armas ni voces, Sino por ella, a quien debes El amor que desconoces Con esos injustos celos Y villanas presunciones. Sale PÁEZ. PÁEZ. ¡Pesia al moro! Señor mío, ¿Con él en eso te pones, , que no sueles sufrir Marsilios ni Rodamontes?

¿Qué tengo de dormir, pesia a -respondió Sancho, lleno de pesadumbre y de despecho-; que no parece sino que todos los diablos han andado conmigo esta noche? -Puédeslo creer ansí, sin duda -respondió don Quijote-, porque, o yo poco, o este castillo es encantado. Porque has de saber... Mas, esto que ahora quiero decirte hasme de jurar que lo tendrás secreto hasta después de mi muerte.

¡Ah, pesia tal -replicó Sancho-, señor nuestro amo! No soy yo ahora el que ensarta refranes, que también a vuestra merced se le caen de la boca de dos en dos mejor que a , sino que debe de haber entre los míos y los suyos esta diferencia: que los de vuestra merced vendrán a tiempo y los míos a deshora; pero, en efecto, todos son refranes.

No puede haber otro tan grande ni tan malvado como él en la abadía. Por las señas es ése el novicio Tristán de Horla. ¿Qué os ha hecho? ¡Pesia mi alma que lo hecho por él no lo hicieran conmigo salteadores de camino!

Si te burlas, no me aflijas más." "¿Cómo burlas? ¡Pesia tal! Yo no puedo dejar de dar parte a la Inquisición, porque si no, estaré descomulgado." "¿Inquisición? dijo ella; y empezó a temblar . Pues ¿yo he hecho algo contra la fe?" "Eso es lo peor decía yo ; no os burléis con los inquisidores; decid que fuistes una boba y que os desdecís, y no neguéis la blasfemia y desacato."

-Por vida de mi padre -dijo Sancho en oyendo la carta-, que es la más alta cosa que jamás he oído. ¡Pesia a , y cómo que le dice vuestra merced ahí todo cuanto quiere, y qué bien que encaja en la firma El Caballero de la Triste Figura! Digo de verdad que es vuestra merced el mesmo diablo, y que no haya cosa que no sepa.

Ya ves, pues, que habrá ocasión de poner una flecha tan pronto en un castellano como en un francés. Pero entre tanto, amigo Reno, creo que también y yo tenemos nuestra cuenta pendiente y.... ¡Pesia , que lo había olvidado con la alegría de verte, camarada! dijo Reno.

Los moros escopeteros, después de consumir toda la pólvora, no podían ofendernos, atajados por nuestras picas; pero uno de ellos, cosa de no creerse, hincose él mesmo en el vientre la mía, y dando de esta suerte varios pasos ensartado, como lo digo, logró llegarse hasta y alargarme, ¡pesia a tal!, una cuchillada bien bellaca en la frente. ¡Dejemos esto! exclamó por fin, con el semblante alterado por el rencor, y sentándose otra vez en el cofre.

Pues ya que tan duras entrañas tenéis, os deseo que cuando la plaga empiece á matar ingleses se os lleve á vos el primero.... ¡Pesia ! Lo que á vos os duele, seor dentista, es que muriéndose medio mundo os quedaríais poco menos que sin trabajo, vos que sólo entendéis de despoblar quijadas y apenas ganáis hoy para pan y queso.