United States or Bangladesh ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tan anhelantes estaban las dos, que se acercaron a la puerta de la alcoba por ver si pescaban alguna sílaba de lo que el padre y el hijo hablaban. Pero no se percibía nada. La conversación era sosegada, y a veces parecía que Juan se reía. Pero estaba de Dios que no pudieran salir de aquella cruel duda tan pronto como deseaban.

Y era pendiente de veras aquel repecho del camino real de Santiago a Orense en términos que los viandantes, al pasarlo, sacudían la cabeza murmurando que tenía bastante más declive del no cuántos por ciento marcado por la ley, y que sin duda al llevar la carretera en semejante dirección, ya sabrían los ingenieros lo que se pescaban, y alguna quinta de personaje político, alguna influencia electoral de grueso calibre debía andar cerca.

Otros eran pueblos de más edad, y vivían en tribus, en aldeas de cañas o de adobes, comiendo lo que cazaban y pescaban, y peleando con sus vecinos. Otros eran ya pueblos hechos, con ciudades de ciento cuarenta mil casas, y palacios adornados de pinturas de oro. Y gran comercio en las calles y en las plazas, y templos de mármol con estatuas gigantescas de sus dioses.

Aparte de ellos, sólo quedaban los carabineros instalados en el cuartelillo y varios calafates que hacían resonar sus mazos sobre el casco de una goleta encargada por los hermanos Blanes. Todos los hombres estaban en el mar. Unos navegaban hacia América tripulando los bergantines y bric-barcas de la costa catalana. Los más tímidos é infelices pescaban.

En la marea baja, en este arenal se pescaban anguilas, y constantemente había una serie de barcas negras, en hilera. La otra orilla era agreste, rocosa; mostraba entre las peñas y matorrales cuevas en donde, según la tradición popular se guardaban armas cuando la guerra de la Independencia.

Los indios, que cazaban y pescaban por sus tratos con Méndez, traían víveres al campamento, pero su presencia era cada vez menos regular, y todo hacía temer que desapareciesen para volver luego con enemigos. Colón temía que pusieran fuego una noche a los secos y resquebrajados cascos. No había otra esperanza que avisar a Santo Domingo para que un buque viniese por ellos.

La industria estaba muy adelantada entre estos indígenas: los hombres fabricaban sus armas, iban á la caza, cultivaban la tierra con instrumentos de madera , pescaban á flechazos y construian sus canoas. Segun el decir de un autor no muy antiguo, pero recomendabilísimo por su veracidad , tenian tambien una especie de escritura.

Unos iban al río y con los calzones remangados entraban en él y pescaban con atarraya ó con caña las sabrosas truchas salmonadas, las anguilas y lampreas; otros sacudían los castaños y amontonaban los erizos en un cerco hecho de piedra para que allí se pudran y dejen suelto el fruto; otros aguijaban los bueyes delante del carro; otros fabricaban madreñas debajo de un hórreo.

Recibiéronnos bien, y estuvimos con ellos todo el dia, y el siguiente partimos, y nos acompañaron con diez canoas, cuyos indios cazaban fieras, y pescaban dos veces al dia, y nos agasajaban con la caza y pesca. A los nueve dias de camino, llegamos á los indios Acarés, y hallamos juntos muchos.