United States or Taiwan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los que nacemos pobres no debemos permitirnos estas tonterías. Ya se ratraperá usted cuando sea viejo y rico. Entonces se dará el gusto de arruinarse por alguna muchacha que pueda ser su nieta... Y si ahora tiene usted verdadera necesidad de amor, no pierda el tiempo con nosotras: busque entre las personas «bien» que vienen en el buque.

Ninguna cosa en el mundo puede tener solución feliz y aquel matrimonio que él había acariciado durante algunos años, aquel sueño de amor acompañado de los ricos presentes de la fortuna estaba a punto de disiparse también como todo. La pérfida voluntad que rige el universo nos hace ver la felicidad a algunos pasos de distancia sin permitirnos jamás llegar a ella.

El propietario de una de las mejores fábricas tuvo la bondad de permitirnos la entrada y mostrarnos con mucha obsequiosidad todas las operaciones y los aparatos. Hablaba bien frances y parecia contento de que dos hijos de Colombia hubiesen ido á visitarle su fábrica.

Cada vez que las unas exaltaban los méritos de un modisto o un joyero de la calle de la Paz o la plaza Vendôme, las otras murmuraban con una voz blanca y una modestia agresiva: «Nosotras no podemos permitirnos eso; en nuestro país somos muy pobres. Eso ustedes y nadie más». Y miraban al mismo tiempo con maliciosa complacencia sus trajes y sus joyas, de igual valía que los de sus rivales.

Un riquísimo plebeyo será indudablemente muy halagado al depositar a los pies de la divina Petra un número incalculable de billetes de banco... Esperan a ese novio ideal y le aceptan de antemano con una condescendencia muy divertida. Muchas veces nos reímos entre nosotras de los sueños dorados de Petra, pero sin permitirnos discutirlos. Los dogmas de fe no se discuten.

Todo prospera en casa. Luis y yo tenemos unas candioteras que no las hay mejores en España, si prescindimos de Jerez. La cosecha de aceite ha sido este año soberbia. Podemos permitirnos todo género de lujos, y yo aconsejo a Luis y a Pepita que den un buen paseo por Alemania, Francia e Italia, no bien salga Pepita de su cuidado y se restablezca.

Ya estoy viendo que te pone en la mano un par de pesetas o un par de duros, creyendo que por este rasgo han de bajar los ángeles, tocando violines y guitarras, a ensalzar su caridad. Yo que , rechazaría la limosna. Mientras tengamos a nuestro D. Romualdo, podemos permitirnos un poquito de dignidad, Nina. No nos conviene.