United States or Vanuatu ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y, aunque era de las enjalmas y mantas de sus machos, hacía mucha ventaja a la de don Quijote, que sólo contenía cuatro mal lisas tablas, sobre dos no muy iguales bancos, y un colchón que en lo sutil parecía colcha, lleno de bodoques, que, a no mostrar que eran de lana por algunas roturas, al tiento, en la dureza, semejaban de guijarro, y dos sábanas hechas de cuero de adarga, y una frazada, cuyos hilos, si se quisieran contar, no se perdiera uno solo de la cuenta.

En tal término y punto está la cosa, Que si Don Diego á caso allá bajára, Hallára nuestra gente deseosa De cualquiera revuelta y se holgára. Mas quiso con su mano poderosa El Alto remediar; que si la alzára, El Argentino todo se perdiera Y en aprieto al Perú todo pusiera. Alguna vez á mis oídos, Que Don Diego venia levantado, Y que se holgaban los nacidos En la tierra del caso relatado.

Hasta había comulgado solemnemente la víspera de la elección, en una iglesia popular, para que su candidatura perdiera todo carácter antirreligioso. ¡Infeliz! ¡como si estas habilidades valiesen con la Iglesia que es maestra en ellas! ¡cómo si no supiesen los buenos que quien no está á sus órdenes en cuerpo y alma, está contra ella!...

«¿Y le quieres tanto, que si le vieras en algún peligro le salvarías?». Claro que ... me lo puedes creer. Si le viera en un peligro, le sacaría en bien, aunque me perdiera yo. No decir más que lo que me sale de entre . Si no es verdad esto, que no llegue a la noche con salud.

Conceptuaba yo esta prueba de gran importancia para los fines «ulteriores» y «posibles» de mis cálculos, sin el menor recelo ya de que los vanos fantasmas de otras veces me infundieran la tentación de no volver, tan pronto como perdiera de vista a la casona. Declaré un día el propósito a Neluco.

No tenía más que seguir tranquilamente el camino que se le ofrecía y por su afición á los caminos extraviados se hundió en tal cloaca de vicios que fué imposible impedir que se perdiera. Le guardo rencor por eso, miss Maud, por eso solamente, y así pruebo una vez más mi amistad.

Ya sabemos que la hija menor de Sánchez, desde que perdiera su belleza en aras de la ciencia, apenas pisaba la calle. Al café del Siglo no había vuelto jamás. El desengaño de Godofredo al tiempo mismo que le había herido la desgracia, no poco contribuyó también a dejarla en el profundo abatimiento en que vivía.

El primero en quien se notaron síntomas de aplacamiento fue el descalabrado López, el ofendido de palabra y de obra. Gruñendo como un mastín apaleado, dijo que él no quería perderse, que era demasiado hombre de bien para perderse, y que no había mujer alguna en el mundo merecedora de que se perdiera por ella un hombre.

Como dato final, a las nueve llegaron al galope dos agentes a darnos la filiación de los perros rabiosos vistos, y a recomendarnos sumo cuidado. Había de sobra para que mamá perdiera el resto de animación que le quedaba. Aunque de una serenidad a toda prueba, tiene terror a los perros rabiosos, a causa de cierta cosa horrible que presenció en su niñez.

Temía que un poder inexorable y oculto que él no legaba a definir con claridad le castigase por su cobardía... Tal vez perdiera a Teri para siempre, después de haber osado ocultar su imagen. ¡En amor hay tantas afinidades misteriosas, tantos choques inexplicables a través del tiempo y la distancia!... Pero estas preocupaciones de hombre imaginativo, trastornado por una vida de encierro, duraron muy poco.