United States or Yemen ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero uno de ellos se levantó y adelantó hasta Montiño, sujetándole por los brazos con unas fuerzas hercúleas. ¡Eh! ¿qué vais á hacer con este pobre muchacho, señor Francisco Montiño? dijo con acento socarrón ¿es de personas hidalgas querer maltratar á los amigos que se encuentran cuando se creían perdidos? Amigos ¿eh? amigos que me roban mi caudal, y juntamente con él mi mujer y mi hija.

Formábalo esa curiosidad de lo horrible que reúne gente en derredor de los patíbulos, del charco de sangre, señal de un crimen, o junto a la oscura agonía de un perro. Tablas se enorgulleció de su papel. Aquel día era un día suyo, un día en que iba a mostrar su poder con pretensiones de poder político, ¡oh! ¡qué gran momento! Dos docenas de perdidos le obedecían, como obedece la piedra a la honda.

«¡Cuántos elementos de dicha perdidos y desbaratadospensó mientras daba vueltas entre los dedos á la relojera. «¡Pobre niña! volvió á murmurar; ¡qué lejos estarás de presumir lo que te esperaLa compasión penetraba en su pecho como un torrente, y lo llenaba de inquietudes. «No; no me escaparé como un ladrón después de haberme introducido traidoramente en el santuario de su alma inocente.

En el semblante de mi amo, en la sublime cólera de Uriarte, en los juramentos de los marineros amigos de Marcial, conocí que estábamos perdidos, y la idea de la derrota angustió mi alma. La línea de la escuadra combinada se hallaba rota por varios puntos, y al orden imperfecto con que se había formado después de la vira en redondo sucedió el más terrible desorden.

Quedaron perdidos del todo, y escaparon poquísimos del cuchillo y prosigue: Viri in excursionibus, & praelijs ad quinquaginta millia cæsi fuere: fame, & morbis, & igne ingens multitudo absumpta est: Perecieron al pie de cincuenta mil hombres en las refriegas y una grandiosa multitud consumió la hambre, la enfermedad o el fuego. Y San Jerónimo comentando a Zacarías c.

Antes que pudiera contestar, Juan Dimas expuso en breves razones que la casa era del viejo, y que, invocando el poder divino, si estuviera él en su casa convidaría a quien le pluguiese, aun cuando haciéndolo pusiera en peligro su salvación. Los espíritus malignos, añadió además, lucharían en vano contra él. Todo esto dicho con una sequedad y vigor perdidos en esta traducción obligada.

¡Quiá!... respondió el boticario, echando la cabeza a un lado y casi cerrando los ojos al recargar el acento de la palabra y de la sonrisa ; esa afición es la de los ratos perdidos... vamos, la última de todas. Otra muy distinta es la que materialmente le cautiva y le trae a mal traer... a mal traer, , señor, ¡caray! ¡Es mucho cuento lo que le emborracha! La caza, ¿eh?

Al abriros el comediante á quien acompañasteis en su peregrinación por el mundo, recibe como un perfume de cosas idas, de luces extintas, de aplausos perdidos en la frialdad infinita de lo olvidado. Y el artista suspira.

Los yerbales de cultivo que hay en todos los pueblos, y que por falta de cuidado están muy deteriorados, y aun perdidos, se empeñaría el factor en restablecerlos con el oportuno cultivo y con la reposición y aumento de nuevas plantas, para lograr de este modo buenas cosechas de yerba, y la parte de aumento de valor que tendrían cuando entregase el pueblo, pues cada cosa se debería tasar según el estado de recibo y entrega.

Pues volviendo á la historia de Pisa, los padres del novio retiraron al hijo el dinero; esto es, quitaron el alpiste al pájaro para que volviera á la jaula. El estudiante encontró manera de hacer que su novia supiese lo ocurrido, porque no hay manera que no encuentren los que se aman; la novia se turba, se turba el novio, ambos se creen perdidos en sus ilusiones, se ven, se miran.... ¡Ah!