United States or Monaco ? Vote for the TOP Country of the Week !


Luego vino la explicación y vulgarización, surgiendo un sistema á que se aplicó un título atrevido y que en otro tiempo hubiérase tenido por una impiedad: La ley de las tempestades. De suerte que lo que se creyera un capricho había de llegar á convertirse en ley. Esos hechos terribles, tomando ciertas formas regulares, perderían en gran parte su potencia de desvarío.

«Así Dios me ayude, escribía D. Fernando Colón en la Historia de su padre, que vi muchos que esperaban la noche para comer la mazamorra por no ver los gusanos que tenía, y otros estaban ya tan acostumbrados que aun no quitaban los gusanos aunque los viesen, porque si se detuviesen á esto perderían la cena

Pero, para que este arreglo produjera las ventajas deseadas, era preciso introducir el uso de la moneda, pues sin ella todo sería embarazos, y los efectos perderían de valor pasando de mano en mano. Es la moneda el alma del comercio y la sangre de las repúblicas; faltando ésta, falta el estímulo, la actividad y la aplicación; no puede haber igualdad en los contratos, ni regla fija en la sociedad.

Y por fin, porque las señoritas norteamericanas, perderían aquí un importante mercado... ¡Esta Marieta es asombrosa! ¿Por qué no escribes en la Vida Parisiense? Por no oscurecer á los redactores. ¡De modo que Sorege se casa? continuó Tragomer, que no quería que se extraviase la conversación. Eso se dice por ahí, hace algún tiempo. ¿Y con quién?

Si un príncipe poderoso, si un banquero ó si varios capitalistas, ó si una compañía por acciones, fundase este teatro, yo doy por cierto que merecerían aplauso y gratitud de la patria y que no perderían su dinero, porque, si bien no hay mucho en España, la gente es espléndida, gusta de divertirse, y el teatro modelo, ó de lujo, ó como queramos llamarle, estaría lleno siempre.

Omito esos detalles porque perderían su encanto con la descripción; porque resultarían fríos bajo mi pluma y me abrasan el corazón; porque hay en ellos una flor de voluptuosidad que escapa a las facultades imperfectas que el hombre ha recibido para expresar y para comprender; porque yo creería limitar mi dicha limitando el espacio de mis recuerdos; porque en este relato que se refiere a Adela, hay, no obstante, circunstancias que no pertenecen a Adela, que me distraerían de Adela; de un modo o de otro, es cosa bien decidida que Adela tendrá todos mis pensamientos de hoy, ¡todos los pensamientos de mi vida!

Ellos á lo antiguo se atenían. Además, el miedo á la huelga no causaba gran impresión en el fondo de su ánimo. Por grande que fuese el paro en el trabajo, poco perderían; el mineral no iba á desaparecer en las canteras; aguardaría á que fuesen á arrancarlo, si no en un mes, al siguiente, y si no al otro.

Estos cuadros no eran obras maestras del arte; pero quizá si lo fueran, perderían su fisonomía y, sobre todo, su candor. ¡Y hay todavía personas que presumiendo hallarse dotadas de un mérito superior, cierran sus almas a las dulces impresiones del candor, que es la inocencia y la serenidad del alma! ¿Acaso ignoran que el candor se va perdiendo, al paso que el entusiasmo se apaga?

Señalar un plazo largo y estenso cuanto se quiera, en los mismos avisos de los bienes anunciados, para que los que se crean con derecho á ellos acudan á deducirlo, repetir estos anuncios como se ha dicho, y siempre concluyendo que de no reclamar en el tiempo dado perderian su derecho, porque se adjudicarian al tesoro nacional tales fondos, y de hecho al vencimiento del plazo adjudicarlos, es el camino único de hacer productivos esos bienes, que puede decirse existen sin tener dueño conocido ni saberse á quien corresponden.

Pero los Ingleses son legos en eso de buen gusto, y no perderían en obsequio de la hermosura y majestad de un monumento el espacio que puede servir para los almacenes y las cervecerías. El Diorama. La galería Tussaud. El Palacio de cristal. El Banco de Inglaterra. La Bolsa. Diversos objetos interesantes.