United States or Switzerland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Informaba al ojo experimentado que no había gran parque ni castillo en el vecindario, pero que contaba con varios jefes de familia que podían, a su capricho, malbaratar sus tierras, sacando, sin embargo, en aquellos tiempos de guerra, bastante dinero de su mala explotación, como para llevar vida holgada y celebrar alegremente las fiestas de Navidad, de la de Pentecostés y de Pascuas.

15 Y navegamos de allí, al día siguiente llegamos delante de Quío, y al otro día tomamos puerto en Samos; y habiendo reposado en Trogilio, al día siguiente llegamos a Mileto. 16 Porque Pablo se había propuesto pasar adelante de Efeso, por no detenerse en Asia, porque se apresuraba por hacer el día de Pentecostés, si le fuese posible, en Jerusalén.

Como en uno de los sucesivos jueves dijera algo acerca de lo que le había gustado la fiesta de Pentecostés, la principal del año en la comunidad, y después recayera la conversación sobre temas de iglesia y de culto, expresándose la neófita con bastante calor, Maximiliano volvió a sentirse atormentado por la idea aquella de que su querida se iba a volver mística y a enamorarse perdidamente de un rival tan temible como Jesucristo.

Se le ocurrían cosas tan extravagantes como aprovechar los pocos momentos de distracción de las madres para secretearse con su amada y decirle que no creyera en aquello de la Pentecostés, figuración alegórica nada más, porque no hubo ni podía haber tales lenguas de fuego ni Cristo que lo fundó; añadiendo, si podía, que la vida contemplativa es la más estéril que se puede imaginar, aun como preparación para la inmortalidad, porque las luchas del mundo y los deberes sociales bien cumplidos son lo que más purifica y ennoblece las almas.

5.º Que durante la Cuaresma, el domingo de Adviento, el día primero de la Semana Santa, la Pascua y Pentecostés, no se celebraría función teatral alguna, y, por regla general, sólo tres veces á la semana. 6.º Que en un mismo lugar había de haber únicamente una compañía, residiendo en él un mes largo. 7.º Que en las iglesias y conventos se representasen sólo verdaderos dramas religiosos.

A su vez, doña Guiomar abrazó a su hijo esforzándose en sonreír bajo las lágrimas; y, para poder seguirle con la mirada, subió con sus doncellas a la torre del caserón. «Hijo mío: Tardo eres ya en contestar a una madre que te quiere más que a . Hasta hoy, que es día de Pentecostés, no me han llegado otras nuevas que las que trajo de palabra el licenciado Carmona

Ya se ve, como no tiene hijos... no sabe en qué gastar el dinero. ¿Se ha fijado usted en aquellos grandes ramos, monísimos, con flores de tisú de oro y hojas de plata? replicó Fortunata que atendía con toda su alma . ¡Los que se pusieron en el altar el día de Pentecostés! Los mismos. Pues los regaló Jacinta.

Y ya desde muy hondo, a punto de derretirse mi conciencia vigilante, comenté, se me figura que en voz alta: ¡El don de lenguas! ¡La Pentecostés! Desperté a las dos de la tarde. Don Guillén había desaparecido del diván y de Madrid. Sobre mi mesa destacaba un blanco escrito, que decía: «Adiós, buen amigo.

8 Pero estaré en Efeso hasta Pentecostés; 10 Y si llegare Timoteo, mirad que esté con vosotros seguramente; porque también hace la obra del Señor como yo. 11 Por tanto, nadie le tenga en poco; antes, llevadlo en paz, para que venga a , porque lo espero con los hermanos. 14 Todas vuestras cosas sean hechas con caridad. 16 que vosotros os sujetéis a los tales, y a todos los que ayudan y trabajan.

Les ha sido otorgado el don de lenguas, como si en lugar de pascua de Resurrección fuese de Pentecostés», pensé borrosamente, entre la penumbra inicial del sueño. Lo último que le a don Guillén, fué: Sat funeri, sat lacrymis, sat est datum doloribus.... O Khirios to pneuma estin.