United States or American Samoa ? Vote for the TOP Country of the Week !


Vagaban por las calles devotos incansables que, en memoria de la Pasión del Señor, comenzaban a pasear su religiosidad de taberna en taberna el Miércoles Santo, y no terminaban sus estaciones hasta el sábado, en que los recogían definitivamente, después de haber dado innumerables caídas en todas las callejuelas, que eran para ellos otras tantas calles de Amargura.

El padre Aliaga echó violentamente hacia atrás su pesado sillón, se levantó y se puso á pasear irritado á lo largo de su celda.

Una sensación fresca le despertó de aquella pesadilla, que le hacía caminar como un sonámbulo aterrado. Estaba en las Alamedas de Serranos, y marchaba con la cabeza inclinada, los brazos a la espalda: la misma expresión de los tipos casi lúgubres que acostumbraban a pasear allí.

En uno del Espolón le dijeron: «Aquí ha venido una señorita, pero está descansando en su cuarto.» ¿No podría usted avisarla? No. Bautista tampoco parecía. Sin saber qué hacer, volvió Martín a los soportales y se puso a pasear por ellos. Si no fuera por Catalina pensó era capaz de quedarme aquí y ver si Rosita Briones está de veras por , como parece.

María Teresa, que conocía todos sus rincones, procuraba a su imaginación el placer de evocar regiones desconocidas en los mismos sitios donde existían granjas, villas y aldeas. Era sobre todo en los días en que el cielo estaba más brumoso y causaba más ilusiones, cuando María Teresa prefería pasear a través de los campos.

¡Vamos, niñas, que nos están mirando! dijo Luisa. Enjugad las lágrimas y vamos a pasear. Y en efecto, llevándose el pañuelo a los ojos, ella la primera, con rostro sereno y risueño se mezclaron agrupadas entre la muchedumbre; y las perdí muy pronto de vista. Madrid posee una biblioteca nacional.

Cuando el sol se hizo más vivo prolongándose más el día y los botones de oro esmaltaban la pradera, se podía ver a Silas sea a mediodía, sea al declinar la tarde, en el momento en que las sombras de los cercos se alargaban , se podía ver a Silas que salía de su casa con la cabeza descubierta, llevando a pasear a Eppie más allá de las canteras, a los sitios en que crecían aquellas flores.

D. Bernardo dejó a su sobrino arrimado a la mesa de escribir y comenzó a pasear silenciosamente y con las manos atrás; sopló con fuerza tres o cuatro veces, desgarró otras tantas, y dijo al fin parándose un instante: Miguel, tienes uso de razón, ¿no es cierto? Miguel le miró, abriendo mucho los ojos, sin contestar.

Si esta noche no está aquí el pájaro, mandarín, sobre las cabezas de los mandarines he de pasear esta noche. ¡Tsing-pé! ¡Tsing-pé! salió diciendo el mandarín mayor, que iba dando vueltas, con los brazos abiertos, escaleras abajo. Y los mandarines todos se echaron a buscar al pájaro, para que no pasease a la noche sobre sus cabezas el emperador.

Y luego se casó, y quería mucho a su mujer y a su hijo; pero una tarde que salió en su carro de perlas y plata a pasear, vio a un viejo pobre, vestido de harapos, y volvió del paseo triste: y otra tarde vio a un moribundo, y no quiso pasear más: y otra tarde vio a un muerto, y su tristeza fue ya mucha: y otra vio a un monje que pedía limosnas, y el corazón le dijo que no debía andar en carro de plata y de perlas, sino pensar en la vida, que tenía tantas penas, y vivir solo, donde se pudiera pensar, y pedir limosna para los infelices, como el monje.