United States or Comoros ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aunque obediente ante la mirada del maestro, a menudo, durante el asueto, contrariada o irritada por un desprecio imaginario, Melisa rabiaba con furia indómita, y más de una vez algún pequeño educando, que había querido igualar con ella sus armas de combate, palpitante, con rasgada chaqueta y arañado rostro, buscaba protección al lado del profesor.

Tu no has podido tentarme ni enganarme un momento: ?porque vienes a buscar una presa que jamas te pertenecera? Me he perdido a mi mismo, y sere mi propio verdugo. iAy! vuestra frente se pone palida, vuestros labios pierden el color, vuestro corazon esta oprimido, y vuestros acentos salen con un sonido ronco de vuestro pecho palpitante.

En el Salto, el espíritu ve palpitante una escena de la formación primitiva del mundo, y la visión, por largo tiempo, reproduce el vértigo. Su acceso está defendido vigorosamente por la naturaleza, y la transición de la flora de las cumbres a la lujuria tropical del hondo valle no tiene igual sobre la tierra.

Cuando su cuerpo macizo y bien torneado, suave y palpitante, cayó en los brazos de Bonifacio Reyes, ya estaba ella un poco cansada de aquella campaña terrible de su venganza, pero todavía sus arrebatos eróticos eran manjar muy superior al estómago empobrecido por tibias aguas cocidas del mísero escribiente de D. Diego.

Luego, sin transición, se extendió sobre el cielo un día sereno, místicamente suave, somnoliento y bello; palpitante como si revoloteara en el aire la vida con alas invisibles; la Naturaleza despertaba a una exuberante resurrección. Y a la pobre enferma la sentaron al aire libre, postrada bajo aquel sol glorioso que lo doraba todo con sus rayos.

Y antes de que el criado pudiera contestar a estas preguntas, que no había entendido, echó a correr en dirección a la casa con el corazón palpitante, henchido de emoción por el presentimiento de que era ella. ¿Dónde está? gritó sin dejar de correr. En la corrada, a la puerta del jardín le contestó también a gritos. Llegó a la corrada sin respiración.

Hice dos o tres observaciones, para ver si cambiaban de lugar, y salí de la habitación. Luego, con el corazón palpitante, esperé media hora, encerrada en mi cuarto y contando los minutos antes de atreverme a volver.

Cuando se trocaban los papeles, cuando ella era la perseguidora y a me correspondía el ser cogido, se duplicaban las inocentes y puras delicias de aquel juego sublime, y el paraje más obscuro y feo, donde yo, encogido y palpitante, esperaba la impresión de sus brazos ansiosos de estrecharme, era para un verdadero paraíso.

Terrible, terrible fue su suerte: ¡ay! ¡y no hubo quien la vengara! , Córdoba, te anonadaste y no hiciste mas que verter un llanto inútil. ¿Cómo no te alzaste y heriste la frente del malvado? ¿cómo no hallaste en medio de tu furor armas con que reducir á polvo á los impíos que abrieron con mano airada tu palpitante seno?

Siempre con el miedo horrible de que en fatídica hora su maldicion alcanzase al hijo de sus congojas, su único bien en el mundo, aquella noche en que llora por la tardanza de Ataide, una fatídica sombra su delirante cabeza asalta y la vuelve loca: nunca más vivo el recuerdo de la noche tormentosa de su desdicha la aqueja; la faz repugnante y torva, por el deseo irritada, de su asesino, medrosa cual si pasado no hubieran los años, abrumadora, impregnada de amenazas, en frio pavor la ahoga; y ya no reza ni siente crujir la puerta premiosa del huerto, ni unas pisadas sobre la arena sonoras; pero Radjí se levanta penosamente, la cola menea, con sus gruñidos la atencion de Ayela evoca, que de su estera se alza y á la puerta llega ansiosa, palpitante, en el momento en que Ataide al umbral toca, y muriendo de alegría entre sus brazos se arroja.