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Ibamos a la altura de San Vicente, a la anochecida, cuando un crucero inglés nos hizo señas de que nos detuviéramos, y nos lanzó, por primera providencia, una andanada. El capitán consultó con el teniente y con el contramaestre. Había bastante viento. Se podía escapar bien. La bruma se nos echaba encima. Después de la conferencia, el capitán mandó poner el barco al pairo.

¡Hurra por el capitán Kernok, hurra por su mujer, hurra por El Gavilán! Un cohete partió del San Pablo, que estaba al pairo a dos tiros de fusil del brick. Después de describir una curva, cayó en una lluvia de fuego. Capitán, ¿ha visto usted ese cohete? dijo el segundo. Ya lo que es, valiente mío. Vamos, vamos, muchachos, haced circular el ron y la ginebra. Un vaso para y otro para mi mujer.

El prudente capitán se puso, pues, al pairo, esperó los acontecimientos, ordenó a la tripulación que se prosternase de rodillas e invocase a San Pablo, el patrón del navío, que no podía dejar de manifestar su poder en una ocasión semejante. Y siguiendo el ejemplo del capitán, la tripulación dijo un Páter. Pero El Gavilán avanzaba siempre. Dos Ave.

Y los piratas, fatigados, se lanzaron sobre el puente; Kernok dejó a El Gavilán al pairo hasta el amanecer, y fue a gustar de algunos instantes de reposo, con la satisfacción de un hombre opulento que se encierra en su alcoba después de haber dado una fiesta suntuosa a sus invitados.

El réprobo se dejó ir aún un instante, hizo apagar todas las luces, y se puso al pairo a medio tiro de fusil del guardacostas, que continuaba disparando, y cuyos tripulantes, atentos, estaban agrupados sobre los empalletados. Se oían perfectamente las voces de Santiago y del valiente Massareo.

Se oía ya el ruido de los remos que batían el agua cadenciosamente. Cinco Credo. ¡Válgame Dios! es que la voz, la gruesa y terrible voz de Kernok resonaba en los oídos de los españoles. ¡Oh! ¡oh! decía el pirata , se pone al pairo, arría su pabellón, el bribón está atemorizado; ya es nuestro. Zeli, haz armar la chalupa y la canoa grande; yo voy a hacerme cargo de cómo está aquello.