United States or Samoa ? Vote for the TOP Country of the Week !


No tuve en 1868 tiempo para estudiar detenidamente las condiciones de la sociedad inglesa, ni aún de Lóndres siquiera, y si pretendiese pasar por conocedor, cien libros me servirían para ostentar el barniz del viajero erudito. Pero mi propósito es describir mis propias impresiones, no las ajenas, y por tanto mis pequeños cuadros solo pueden abarcar algunos pormenores.

Como que llegó a tomarle como piedra de toque de la ley de su elocuencia, ensayando con él, bajo el disfraz de motivos de tres al cuarto, por salvar las convenientes distancias jerárquicas, entonaciones, actitudes y arranques que pensaba ostentar, en toda su verdadera aplicación y pompa, en el teatro de sus hazañas políticas.

Y por último, les recomendé á los comisionados que dijeran á los vecinos de Manila se ocuparan en sus industrias y comercios, pudiendo estar tranquilos con respecto al Gobierno nuestro, cuya norma de conducta era la rectitud y justicia, pues no teníamos frailes que corrompan aquellas virtudes cívicas, que el Gobierno filipino procura ostentar ante los ojos de todas las naciones.

Demasiado sabía Vinagre que las botas de charol no existían en tiempo de Augusto, ni aunque existieran las había de llevar Jesús al Calvario; pero él no era más que un devoto, un devoto que en todo el año no tenía ocasión de lucirse; había que perdonarle la vanidad de ostentar en aquella ocasión sus botas como espejos, que sólo se calzaba en tan solemne día.

Marcha de triunfo tocan atabales, y añafiles, dulzainas y trompetas, y en la impaciencia de ostentar su triunfo rápidos cruzan la tendida vega, y por Elvira en la ciudad alegre en cerrado escuadron altivos entran, y del rey Ismail al par marchando, las hermosuras que Granada encierra; ven al hermoso Ataide y le codician al verle junto al Rey de tal manera, y Ataide, el desdichado, va llorando, la mente en Leila y en su madre puesta, y que es de gozo por su altivo triunfo, los que le miran, con envidia piensan.

En esa ciudad tropieza uno con un par de osos de piedra á la vuelta de cada esquina, al pié de las fuentes públicas, de la estatua de Bertoldo V en la plaza de la catedral, y en cuantos lugares ofrecen ocasion para ostentar el símbolo tradicional, como en las puertas de la ciudad y las fachadas de los monumentos ó edificios oficiales.

Fueron tres flores bellas en un rosal brotadas Que al ostentar ufanas su grato rosicler, Cruzaron por el cielo nubes encapotadas Y el viento tempestuoso las arrancó al nacer. Fueron tres gotas de agua lloradas por la noche En el virgíneo cáliz de la fragante flor, Y que al brillar el dia, cuando entreabrió su broche, Se evaporaron todas al matinal calor.

Nunca había visto vegetación tan poderosa, entregada por entero a si misma, libre para engrandecerse y ostentar caprichos extraños y monstruosos. El buen cura había arrojado un puñado de gérmenes en aquel pañuelo de tierra.

La aristocracia antigua ó tradicional gusta, en lo general, de ostentar sus títulos en grandes escudos de armas y blasones, en ruidosas denominaciones y en otras exterioridades.

Así, pues, la «haut» resulta un poco heterogénea, un poco mezclada y confusa, como toda nuestra vida. En Europa la aristocracia está nítidamente definida: la componen los que pueden ostentar un título nobiliario, otorgado, justa o injustamente, por los reyes, ya sea en antiguos pergaminos, ya en moderno y deleznable papel de barba.