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Allí, como en todas las aduanas de Francia, el viajero tiene ocasión de observar la lucha, permanente, entre lo natural y lo artificial, que se origina de las instituciones egoístas y que tienen por base la descónfianza y la sospecha.

Tal linaje de mancebas suele ser muy costoso, y remata en la perdición de pingües y desahogados caudales. No se origina el gasto, ni nace de las galas y dijes, coches y primores que hay que comprar a la muchacha, ni del boato y pompa con que es menester sostenerla; aunque todo es relativo y proporcional, y en algo de esto se gasta también.

El ramio sin quitarle toda su bondad y mérito, no tendrá nunca gran desarrollo en Filipinas, en donde con muchísimos menos gastos que los que origina aquel producto se obtienen otros que los reemplazan, pues no hay que olvidar que aquellos campos contienen la variedad de textiles más numerosa del mundo, no solamente en sus especiales plátanos, si que también en la diversidad de palmas de que se extraen el buntal, el nito, el incorruptible cabo negro, y tantos otros que se emplean en finísimos tejidos y preciadas cordelerías.

No siendo, como no lo es, plaza fuerte, por más que así se denomine, puesto que solo atestigua su arrogante calificativo débiles muros que resguardan escasas máquinas de guerra, que la más perfecta no corresponde á la más imperfecta de las que marchan en la línea de los grandes adelantos, no creemos precisos los gastos y atenciones que tal nombre origina, y una dotación insignificante y una asignación de unas cuantas libras de pólvora por conceptos de salvas para el caso improbable de visitar aquellos mares un barco de guerra, harían lo mismo que acontece en la actualidad con parque, dotación y almacenes, con las ventajas de la reducción del presupuesto.

Al pintar los sufrimientos que el pecado origina, abandonó el camino trillado de hablar de las penas materiales del infierno, y sólo describió los padecimientos espirituales, las congojas y las angustias que el alma siente cuando se ve privada por su culpa del amor del Creador; pero los pintó con tan sombríos colores y con tal fuerza de expresión, que aquel padecer infinito, aquella soledad profunda, aquel silencio y obscuridad causaron más efecto en la fantasía del concurso que el fuego y las culebras de costumbre.

El sábado de gloria. El canto del gallo. Pascuhan. El hatiran. Recuerdo de una pregunta. A más de las fiestas que dejamos descritas, existen otras muchísimas en la provincia de Tayabas. La muerte proporciona diversiones, el nacer también. El bautizo origina la fiesta llamada bínyagan. A los siete días se baña la parida, y con este motivo se celebra el unang pag paligo.

Todo es aceptable, menos bautizar a la gente de una manera y llamarla de otra, pues ello origina una confusión anárquica por la cual se viene abajo todo el casillero en que los libros parroquiales y los registros civiles han ido metiendo pacientemente la filiación de las personas.

En el fondo, fue una reedición sobre el Corán, de lo que los judíos habían realizado sobre el Talmud y los cristianos sobre la Biblia, crucificando a todos los que se atrevían a mirar el mundo sin las anteojeras confeccionadas por los respectivos profetas, para suprimir la originalidad, que es la fuente de diferenciación que origina el progreso.

De aquí se origina cierta confusión, algo como una antinomía; pero, si bien se estudia la antinomía, se resolverá con poco trabajo en una síntesis suprema. Esta síntesis, si acertase yo a crearla, sería un artículo primoroso.

En calma amaneció el día dos, pero en una de esas calmas que indican ser precursoras de borrascas en la pesadez de su influencia, en el sudor pegajoso y poco franco que origina, y en los tintes plomizos que toman las aguas, las cuales adquieren una completa inmovilidad; una de esas calmas en que ni el timón rige, ni la vela flamea, ni el catavientos oscila, ni el mar muestra en la superficie de su insondable abismo, ni el más ligero ampo de espuma, ni el más imperceptible de sus movimientos.