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Si los principios son fingidos como en los sistemáticos, el remedio es un absoluto desprecio de todas sus opiniones. En este importante asunto de gobernar el entendimiento en las cosas opinables, conviene mas que nunca tener presente el consejo del Apostol: Omnia probate, quod bonum est tenete. De la Crítica.

Si los asuntos filosóficos fuesen todos demostrables, se pudiera excusar este método, bien que aun entonces podria servir para hacer mas patente la evidencia; pero siendo los mas de ellos opinables, y tales que todavía se busca la certeza, ¿quién puede dudar que los sylogismos bien ordenados son el medio mas á propósito que hay para descubrir toda la certidumbre, de que es capaz la materia que se disputa?

La razon dicta, que nadie se tenga por Juez y árbitro de la verdad en cosas opinables, que nos oygamos, pesando las razones de cada uno recíprocamente, que abracemos la verdad, aunque venga de nuestro mayor enemigo, que el que tiene mas luces, se compadezca del que no las tiene, y que nunca hagamos guerra de la voluntad, lo que solo es oposicion del entendimiento.

Cómo se ha de tolerar el que esté uno sosteniendo disparates, ó á lo mas una cosa de pura opinion, y no se le cayga de la boca: Todos los Autores lo dicen? como si hubiese quien los haya visto todos: como si pudiesen juntarse todos en cosas opinables.

Esto era harto difícil en verdad, porque, si he de decir lo que siento, no tengo fijada mi opinión todavía acerca de ninguna cosa, y me siento medianamente inclinado a no fijarla jamás: tengo mis razones para creer que éste es el único camino del acierto en materias opinables: en mi entender todas las opiniones son peores; permítaseme esta manera de hablar antigramatical y antilógica.

De esta manera se asegura el entendimiento por los argumentos que sientan la verdad, y porque llega á entender que no hay cosa en contrario que la pueda destruir. Los que en materias opinables usan del método matemático sin proponerse las objeciones, no prueban bien sus asuntos, porque lo que dan por bien probado puede ser destruido por objeciones de gran peso.