United States or Lesotho ? Vote for the TOP Country of the Week !


Como no conocíamos por experiencia el tipo yankee de buena calidad, nuestro amigo improvisado nos parecia por lo ménos muy singular, y aunque no nos ocurrió ningún pensamiento de desconfianza ofensiva, no obstante que sabíamos que en los ferrocarriles, los hoteles y los teatros de Europa es muy fácil dar con insignes caballeros de industria, no podiamos explicarnos la excesiva obsequiosidad de nuestro desconocido amigote, inmerecida de nuestra parte, sino suponiendo en él un carácter excéntrico en notable grado.

El propietario de una de las mejores fábricas tuvo la bondad de permitirnos la entrada y mostrarnos con mucha obsequiosidad todas las operaciones y los aparatos. Hablaba bien frances y parecia contento de que dos hijos de Colombia hubiesen ido á visitarle su fábrica.

Desnoyers sabía un poco de alemán, como recuerdo de sus relaciones con los parientes que tenía en Berlín, y pudo atrapar algunas palabras. El comandante repetía á cada momento «paz» y «amigos». Un vecino de mesa, comisionista de comercio, se ofreció como intérprete, con la obsequiosidad del que vive de la propaganda.

En la gañanía hace dos horas que no jablan más que de él. ¡Por muchos años, señó! M' alegro de conosé una presona tan fina y de tanto aquel. Bien se ve que su mersé es alguien: tiene cara de gobernaor. Salvatierra sonreía ante la obsequiosidad aduladora del gitano.

Algo importante estaba ocurriendo; el aire malhumorado de los que permanecían en la puerta del castillo, la repentina obsequiosidad de este rústico con uniforme, lo daban á entender. Más allá del edificio vió soldados, muchos soldados. Un batallón de infantería se había esparcido á lo largo de las tapias, con sus furgones y sus caballos de tiro y de montar.

Estuve á punto de volverme de allí nomas á Madrid, y sin la generosa obsequiosidad de un caballero español que me dió un asiento en su carruaje particular, no habría podido escalar la cima de la imperial y pobrísima y atrasadísima Toledo. Nada mas raro, mas único en su estructura que esa ciudad, tan llena de monumentos y recuerdos como vacía de industria y de vitalidad moderna.

Las fábricas, los molinos y aserríos no cesan de trabajar durante la mayor parte del año; las ondas del riachuelo están donde quiera cubiertas de balsas larguísimas, laboriosamente conducidas por dos ó tres hombres cada una; en todas partes se ocupan en diversas labores todas las gentes, manifestando con sus fisonomías, sus vestidos, su modo de hablar y su obligante obsequiosidad un carácter dulce y hospitalario, y una sencillez y pureza de costumbres que agradan y seducen fácilmente.

El ermitaño se acercó a ella con la obsequiosidad de un tendero que ensalza los géneros del establecimiento. ¿Iba aquello mejor? ¿Probaba la visita a la Virgen?... La pobre enferma, cada vez más pálida, revelando con una mueca de dolor las terribles punzadas que sufría en sus entrañas, no se atrevía a contestar por miedo a ofender a la milagrosa señora. «¡No sabía!... ... realmente debía estar mejor... ¡Pero aquella subida!... Esta promesa no había dado tan buen resultado como las anteriores, pero tenía fe: la Virgen sería buena para ella y la curaría».

Cuando estaba ya en los postres le anunciaron al guarda general: un muchacho lleno de obsequiosidad y balbuciente, que se confundía en salutaciones y no osaba sentarse, tanto le intimidaba la presencia del inspector general.

Al entrar el ingeniero se dió cuenta de que la mujer había ido á sentarse en el fondo del establecimiento, lejos del mostrador y de las otras parroquianas. Su presencia produjo cierta emoción. La patrona le acogió con una sonrisa repugnante por su excesiva obsequiosidad. La muchachita tísica tuvo para él una mirada que creía de amor, y á Robledo le pareció de mendiga que implora una limosna.