United States or Tunisia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Beatriz dio respuesta a su marido con un signo negativo de cabeza y en sus labios se dibujó indefinible sonrisa. Pocos días después de estos incidentes, ocupábase la crónica escandalosa de París de una ruptura entre el marqués de Pierrepont y la baronesa de Grèbe. Estos rumores eran fundados.

El aliento de ella, al hablarle, se esparcía sobre su rostro como una brisa de selva asiática susurrante bajo la luna. Las especias y las flores que saturaban el vino parecían voltear en esta caricia flúida. Intentó él repelerla, pero una mano de Alicia se había posado ya en uno de sus hombros. Se limitó á hacer con la cabeza un gesto negativo.

Pasaron unos segundos sin que ninguno de ambos profanase aquel silencio, que lo decía todo. Por fin habló Juan en voz baja: mandas y yo obedezco; pero mía ¡para siempre! La respuesta fue un suspiro salido de muy hondo, y un movimiento de cabeza triste y negativo.

Otra sonrisa, nein, y un movimiento negativo de cabeza. ¡Ah, ladrón! ¡Cómo abusaba de su necesidad!... Y sólo cuando le hubo entregado cinco monedas pudo adquirir el paquete de víveres. Pronto notó en torno de su persona una conspiración sorda y astuta para apoderarse de su dinero. Un gigante con galones de sargento le puso una pala en la mano, empujándole rudamente.

¿Hay gente ahí fuera? preguntó Torrebianca. Como parecía conocer las visitas molestas que durante el día habían desfilado por el recibimiento, Robledo no pidió una aclaración á esta pregunta, limitándose á contestarla con un movimiento negativo. Entonces él habló de aquella invasión de acreedores que llegaba de todos los extremos de París.

Bien valía aquella pregunta una inocente mentirilla, así que la contesté con un negativo monosílabo, con el que se quedó la buena de Angue en la firme creencia de que en toda la redondez de la tierra no había mas collares que el suyo, ni más faroles de colores que los de su pueblo. A las doce de la noche terminó el baile y cada cual tomó el petate.

¡Cómo! ¿aun cuando no entraras en el convento rehusarías su mano? ¡Ah! exclamó la vizcondesa , ¡aquí hay gato encerrado!... ¡ amas a otro! ¡ amas a otro! repitió la señora de Aymaret sin sospechar qué torturas imponía a su amiga. Tal vez murmuró Beatriz. ¿No hay esperanzas, pues? Beatriz respondió melancólicamente por un negativo signo de cabeza. ¿No puedo saber quién es?

El bridge ha muerto, ¡viva el truco! Tenía razón, mil veces razón tenía mi amigo Villalba. Bien pronto lo comprendí. Y desde entonces resolví vengarme de todo lo que había jugado al bridge por hábito y con placer harto mediocre o negativo. ¡Lástima que me vengué demasiado bien!... Pues sucedió que me encontré de nuevo con Clarita, y que su mamá volvió a invitarme a comer. Fui lleno de júbilo.

En efecto: supongamos que se hubiese empleado la misma palabra atestiguarán, sin punto final, diciendo: «si es verdad, los sentidos lo atestiguarán, si este hecho cae bajo su jurisdiccionLas palabras son las mismas, y no obstante no provocan un juicio negativo: y por qué? porque el interlocutor continúa.

Y en efecto, al recibir ésta el papelito experimentó satisfacción, lisonjeada en su vanidad y en sus instintos. ¿Sabes lo que dice este papel? le preguntó relamiéndose. Josefina hizo un signo negativo. Leía todavía mal el manuscrito, sobre todo escribiendo tan descuidadamente como lo había hecho la señora. La costurera le obligó a deletrear aquellas palabras hasta que se enteró bien de ellas.