United States or Poland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Neris, con una coquetería de anciano, desplegó todas las seducciones de un espíritu todavía joven y siempre amable evocando los lejanos recuerdos del tiempo en que, joven, bella y amada, la de Raynal se le había aparecido radiante del brazo de su esposo bajo aquel hermoso cielo de África... ¡Casi el cielo natal! suspiraba con una sonrisa melancólica en los labios!

Juntos fueron a recorrer los caseríos de alrededor, con el fin de encender en los pechos el amor a la tierra natal, y al siguiente día Labarbe acompañó a Hullin a casa del anabaptista Cristián Nickel, el colono del Painbach, persona respetable y de buen sentido, pero a quien no pudieron convencer de que debía tomar parte en la gloriosa empresa.

Hablaban de la tierra natal con voz lenta y entornando los ojos, como si fueran á dormirse. Algunas veces, la conversación recaía sobre Jaramillo padre y su prodigiosa ciencia. Yo le vi decía Morales con respeto curar á los enfermos en menos que se reza un credo. Les chupaba la parte enferma ó ponía la boca en su boca, aspirando su aliento.

Deteniéndose un momento á considerar los gustos y las inclinaciones de un marino en los ejemplos que dejo citados y en otros del mismo género, que no consigno por muchas razones á cual más atendible, hay que convenir en que había en su carácter mucho de pueril; era ni más ni menos que un muchacho con barbas y mucha fuerza; inquieto, enredador, caprichoso, alegre, indiferente á todos los sucesos del mundo, y apegado con invencible pasión á las calles, á los tipos, á las costumbres de su pueblo natal.

Despues de haber viajado por Francia é Italia, donde las ideas liberales y de progreso prestaron á las suyas el calor y solidez que mas tarde habian de producir la independencia de su pais natal, y á poco de haber buscado entro los brazos de una esposa en la córte de España el amor de la familia, se trasladó á Venezuela.

Para tener una idea exacta de la casita de Milly, donde mi madre y nosotros nos encontrábamos relegados en invierno como en verano, puede verse la descripción hecha en mis Confidencias y la composición poética titulada La tierra natal.

Me ofrecéis, ¡oh ilusiones! la copa del consuelo, y mis jóvenes años a despertar venís: gracias a , tormenta; gracias, vientos del cielo, que a buena hora supísteis cortar mi incierto vuelo, para abatirme al suelo de mi natal país.

V. á Wernsdorf, De orig. solemn. natal. Chr. ex festivitate Natalis Invicti, Viteberg, 1757, IV. August., Serm. V de Calend., Jan., Opp., tomo X, págs. 621 y siguientes. Tertul., De idolatría, cap. 14. Cons. á Bingham, Antiq. Chr., vol. IX, págs. 6-8. Conc. Ant Isidor., can. 1. Turon. II, a. 576, can. 17. Roman., a. 744, can. 7. Concil. Trullanum. d. a. 692, can. 62.

Prometió Urashima tener mucho cuidado con la caja y no abrirla por nada del mundo. Luego entró en su barca, navegó mucho, y al fin desembarcó en la costa de su país natal. Pero ¿qué había ocurrido durante su ausencia? ¿Dónde estaba la choza de su padre? ¿Qué había sido de la aldea en que solía vivir? Las montañas, por cierto, estaban allí como antes: pero los árboles habían sido cortados.

El grupo se estrechó: acercáronse unos a otros los sillones, y por un instante se oyó el cadencioso chirriar de las ruedas sobre el piso. Anteayer... siguió Amalia Amézaga en tono algo más bajo fue ésta al tiro de pistola.... ¿Tiras ahora? preguntaron a un tiempo Pilar y Luisa Natal.