United States or Lesotho ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los salvajes de América creían inmortales a los primeros europeos que llegaron a conquistar el nuevo mundo, y por eso los juzgaban omnipotentes, hasta que al ver sucumbir el primer español reconocieron el engaño y cesaron de venerarlos...

Una sombra de espanto pasó por la mente de Jacobo: el infeliz creyó que la locura venía de nuevo á asaltar su mente. Bajó la voz y dijo con terror: ¡Cristián! ¿Estás seguro de no delirar? Tengo miedo por mi razón en algunos momentos. Los testigos, los jueces, todo el mundo ha estado de acuerdo.

Sin la verdad ideal, el hecho queda en su individualidad aislada, incapaz de producir otra cosa que el conocimiento de mismo; pero en cambio la verdad ideal separada del hecho, permanece en el mundo lógico, de pura objetividad, sin miedo para descender al terreno de las existencias.

Al cabo llegó con poderosa intuición a persuadirse de que el mundo vegetal está constituido por un tejido de una complicación maravillosa; que en las frutas y las legumbres este tejido es blando, lo cual permite que sean masticadas, mientras en la madera duro y resistente, por cuya razón no sirve para la alimentación.

La igualdad que esa gente pide es la igualdad en la grosería y la bajeza. Les molesta el brillo de los salones, y sienten envidia y piden que todo el mundo habite en desvanes.

En su vida, triste, monótona, sólo la religión, el pensamiento de Dios, la promesa de la inmortalidad, de otro mundo más justo y más hermoso endulzaba un poco el amargor de las horas. Y he aquí que repentinamente desconfiaba de esta dulce promesa, dudaba de las verdades todas de la religión, hasta de la existencia de Dios.

Ni sentí amor, ni fingí tener ninguno. Es verdad, replicó el médico: ¡fué una locura mía! Ya lo he dicho. Pero, hasta aquella época de mi vida, yo había vivido en vano. ¡El mundo me había parecido tan triste! Mi corazón era como una morada bastante grande para dar cabida á muchos huéspedes, pero fría y solitaria. Yo deseaba tener un hogar, experimentar su calor.

¿Y por qué le llamaba todo el mundo y le llama todavía casi unánimemente Juanito Santa Cruz? Esto que no lo . Hay en Madrid muchos casos de esta aplicación del diminutivo o de la fórmula familiar del nombre, aun tratándose de personas que han entrado en la madurez de la vida.

Las beatas que servían de cuestores de palacio en el del Gran Constantino, las del cónclave, como las llamaba Ripamilán, esperaban con ansiedad mística y con una curiosidad maligna a la nueva compañera, que tanto prestigio traería con su juventud y su hermosura a la piadosa y complicada empresa de salvar el mundo en Jesús y por Jesús; pues nada menos que esto se proponían aquellas devotas de armas tomar, militantes como coraceros.

No te rías maliciosamente, pues yo, como casi todo el mundo salvo unos cuantos seres elegidos representamos la normalidad, traducida en la infinita extensión de la tontería en la tierra. Al entrar en la convalecencia pasé horas de profunda melancolía. Una tarde leía un librito de un místico flamenco, pequeño por su tamaño, grande por su contenido.