United States or Lithuania ? Vote for the TOP Country of the Week !


Había ocasiones en que el fuego cesaba durante breves momentos, y entonces se percibía con toda claridad la voz de los rebeldes que gritaban: ¡Abajo la Ley Morúa! ¡Vengan para aquí, c.......! ¡al machete! y el fuego se reanudaba con la particularidad de que las tropas leales, á medida que iban disparando sus armas, avanzaban de 80 á 100 metros sobre las posiciones ocupadas por el enemigo, para lo que tenían que subir empinadas lomas, que á simple vista parecía imposible que los hombres pudieran escalarlas.

Esta falsa alarma les dió excelentes resultados en un principio, puesto que la mayor parte de los negros campesinos, á los cuales importa muy poco lo de la "Ley Morúa", se apresuraron á engrosar las filas rebeldes.

Otra era, á juicio nuestro, la finalidad que perseguía Estenoz; y aún á trueque de que se nos tache de excesivamente crédulos de cándidos, si se quiere afirmamos sin vacilar que su sueño dorado consistía en obtener la derogación de la llamada "Ley Morúa".

No es ya la Ley Morúa lo que preocupa á los directores del movimiento; y la carta de Evaristo Estenoz al cónsul de los Estados Unidos en Santiago, prueba que los que hace un mes se lanzaron al campo invocando los derechos de una raza, se darían por satisfechos hoy á los treinta días cabales de iniciado el movimiento con escapar al plomo y el machete de sus incansables perseguidores.

Con esto, sin embargo, poco ó nada adelantaban los miles de negros, analfabetos en su inmensa mayoría, que seguían las inspiraciones del audaz jefe racista: esos desventurados, no obstante su ignorancia, se daban cuenta de que la derogación de la Ley Morúa ningún beneficio directo habría de reportarles: individual y colectivamente, ellos continuarían siendo los más humildes, los más desgraciados, los más perseguidos por el destino adverso.

El movimiento estenocista no tuvo, pues, como se empeñan algunos en afirmar, un carácter francamente político. Los únicos que tal vez obraban con sinceridad al combatir la Ley Morúa eran Estenoz y sus principales lugartenientes, por ser ellos los únicos á quienes la derogación de la tal Ley interesaba.

Campos Marquetti defiende la Ley Morúa. Nuestro Corresponsal, con sus disparos de Shrapnell criollo, causó ciento noventa muertos vistos al enemigo y ocupó el dedo gordo del pie derecho de un cabecilla. Todo esto y mucho más hubiera podido anunciar á mis ansiosos lectores, y para ello habría bastado que un grupo de alzados detuviera el tren.

Si Estenoz hubiera obtenido la derogación de la Ley Morúa, bien por medio de la propaganda pacífica, bien empleando la violencia, se habría convertido en jefe nato de los negros que habitan la isla, y que constituyen un crecido tanto por ciento de su población total, lo que equivale á decir que el ambicioso cabecilla hubiera dispuesto á su antojo de una fuerza electoral irresistible, que ora empleada en beneficio de su raza, ora valiéndose de ella para robustecer á cualquiera de los partidos legítimamente constituídos, habría jugado, en todos los casos, un papel decisivo en la política cubana.