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Antes hubiera venido a saber de ti, si no me hubieran dicho que estaba el padre Ortega. ¿Cómo has pasado la noche? Bien ¿eh? Ya lo creo.... no estás tan mala como te figuras. ¿A qué viene eso de rodearte de curas como si fueses a morirte? ¿Los curas no hacen falta más que cuando uno se muere?

Sabés bien que mientras tu cuenta no esté pagada, debés quedar. Abajo... podés morirte. Curate aquí, y arreglás tu cuenta en seguida. ¿Curarse de una fiebre perniciosa, allí donde se la adquirió? No, por cierto; pero el mensú que se va puede no volver, y el mayordomo prefería hombre muerto a deudor lejano.

No te verías así no hubieras tenido una vida tan depravada. Y, al fin, yo creo que te quejas un poco de vicio. tienes miedo porque piensas que te vas a morir. Ya, ya; bien pesado has sido para todo y me parece que vas a serlo también para morirte.

Caramba, niña dijo Antoñona , vas a conseguir que suelte yo el trapo a llorar y que berree como una vaca. Cálmate, y no pienses en morirte, ni de chanza. Veo que tienes muy excitados los nervios. ¿Quieres que traiga una taza de tila? No, gracias. Déjame... ya ves como estoy sosegada. Te cerraré las ventanas, a ver si duermes.

Ya sabes lo que te quiero... No tengo parientes, y puede que sea mejor... Mi hijo va a quedar solo en el mundo; te lo confío... serás su madre... júrame que le querrás y le cuidarás... como... Calla, mujer. ¡Qué has de morirte! ¿No has de resistir esto, que eres más fuerte que yo?

Que vengan contestó don Juan, en quien reapareció la mortificante sonrisa . Les daré una peseta de aguinaldos; lo único que se puede permitir un tío pobre. ¡Calla, avaro...! Me avergüenzas. Eres capaz de morirte de hambre por no gastar un céntimo.... ¿Por qué no vienes a comer con nosotros mañana?

Sintiola perfectamente, despertose, y al saberla junto a , le dijo, con su recia voz de siempre: ¿Has resucitao, gallega perra? ¡Esto te enseñará a no morirte otra vez! Diose vuelta al otro lado, y, mientras ella se acurrucaba a sus espaldas, como un polluelo friolento bajo el ala de la madre, estallaron de nuevo sus ronquidos.