United States or Bahrain ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y no obstante, este monte sagrado de Mihintala no es tan glorioso como el pico de Adán, que ven los marinos en medio de las olas cuando se acercan á la isla de Ceilán. La huella de un pie gigantesco que pertenece, según dicen, á un hombre de diez metros de altura, está impresa en la roca, en la punta que remata la cumbre.

Hullin colocó a Catalina en el trineo sobre un montón de paja, y Luisa se sentó a su lado. ¡Vamos, ya están ustedes aquí! exclamó el doctor ; gracias a Dios. Y Frantz Materne agregó: Si no fuera por usted, señora Lefèvre, crea que ni uno solo abandonaría esta noche el monte; pero por usted no hay nada que decir. No gritaron los demás ; nada tenemos que decir.

3 y dile: Así dijo el Señor DIOS: He aquí estoy contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te pondré en asolamiento y en soledad. 4 A tus ciudades asolaré, y serás asolado; y sabrás que yo [soy] el SE

15 Como te alegraste [] sobre la heredad de la Casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti: asolado será el Monte de Seir, y toda Idumea, toda ella; y sabrán que yo [soy] el SE

Era una mañana de otoño; el pueblo comenzaba a desperezarse, las brumas iban subiendo por el monte Izarra y del puerto salía, despacio, una goleta. Llegamos a Aguirreche; estuvimos un momento, y después, mi abuela, la tía Úrsula y mi madre, vestidas con mantos de luto, y yo con la Iñure, nos dirigimos a la iglesia.

En el hogar ardía un monte de leña, con cuyo calor pudo don Paco secarse los vestidos, porque le ofrecieron, y él aceptó, un banquillo para que se sentase cerca del fuego.

Jugaba durante todo el dia y hasta media noche, ora whist, ora veintiuna, y á veces hasta monte con los Españoles, sin prescindir por eso del ajedrez, las damas y demas juegos inocentes. Aquella vieja de espejuelos, bailando como loca y jugando como un Yankee, parecía haber apostado con el tiempo á no dejarse vencer....

Llegó don Quijote y descolgó a Sancho; el cual, viéndose libre y en el suelo, miró lo desgarrado del sayo de monte, y pesóle en el alma; que pensó que tenía en el vestido un mayorazgo.

El pueblo de San Javier mantenía en aquel lado una estanzuela, y por las invasiones de estos indios les fue preciso abandonarla; pues, aunque no acometían a las casas, buscaban ocasión de encontrar algún indio solo para acometerle, y no se podían perseguir, porque ganaban el monte, del que jamás se apartaban mucho.

Jagor, este volcán se asemeja de un modo admirable al Vesubio; como este, tiene dos picos: al O., una cima redondeada en forma de campana; al E., como resto de una cumbre anular, una alta cresta dentellada, parecida al monte Somma: en sus vertientes se nota bien la estratificación paralela.