United States or Lebanon ? Vote for the TOP Country of the Week !


Se refirió a las veces que tuvo ocasión de departir con el rey de España, quien "era una monada" por su sencillez y por la franqueza de su carácter. Y no dejó de mencionar, como cosa incidental, su amistad con tales o cuales personajes "cubiertos delante del rey", y la gracia de una duquesita a quien había tratado varias veces en Palacio.

El despacho era una monada, por lo pequeño y lo primoroso. Parecía el interior del estuche de una joya. Oro, blanco, rosa y azul. No había más colores allí. Azul y oro, en el tapizado de las paredes; oro y blanco, en los muebles de menuda talla, estilo Luis XVI, y rosa, blanco y azul, en alfombras y colgaduras.

No es mi musa la sílfide aturdida que corre tras azules mariposas, ni tampoco es Ofelia dolorida que pasa desbordando tuberosas. Es Astarté mi musa preferida, la que inspira pasiones clamorosas. Es voluptuosa y es gentil panida la diosa de mis vidas primorosas. Es mónada que ríe, canta y llora con locura de pájaro divino, de ritmos y de vida sembradora.

Habla después del hijo: «es el mejor estudiante de derecho; saca siempre diez puntos y, socialmente, es de lo más fino, de lo más culto y muy amigo de sus amigos». Para la niña, para la hija del estanciero y hermana del futuro jurisconsulto que eclipsará un día la gloria de Justiniano, tiene el «tramitador» palabras justamente ponderativas: «es una monada; muy linda; toca el piano admirablemente; habla francés como una francesa y recita versos de Rostand; interesantísima la muchacha». El «tramitador» tiene también unos conceptos oportunos para la señora, para la consorte del terrateniente: «es muy sencilla, muy buena y muy caritativa». Por último resume así las condiciones de toda la familia: «gente de lo más bien».

Así será, no hablemos más de esto; mira qué monada esa ratoncita... ¡allí!... ¿La ves?... bajo aquel clavel... ¿Sabes cuál es su nombre técnico? ¡Qué voy a saber! Troglodita. ¡Eso querría ser yo!... En ese momento se presentó en la puerta del cuarto Juancito, el pequeño peón de la caballeriza, y dijo: Buen día, don Melchor... ¿que si no van a ir?

, señora; ahora no hay más que tres, pero muy pronto tendremos otras dos. ¿Cuánto tiempo tiene esta pequeñita? No tiene más que un mes. Nació el 27 de Mayo. ¡Qué cosa tan linda! ¡es una monada! La becerra se puso á dar brincos y á tirar de la cadena cuando se acercaron á ella. Una de las vacas volvió rápidamente la cabeza y lanzó un débil mugido. ¡Mira, mira la madre cómo nos riñe!

No vagaban sin rumbo bajo los largos corredores de la Casa de Gobierno, buscando aquí y allá una oficina desconocida, como cualquiera 19 viuda que busca pensión, empleo para un jovencito que es una monada, o beca para una señorita joven pero honrada; no señor, ellas iban seguras a su objeto, serenas, tranquilas, y no necesitaban indicaciones ni lazarillos.

Sin saberlo ha dicho usted una gran verdad... ¿Recuerda usted a su madre?... ¿Piensa usted en ella? ELECTRA. Mi madre es para un recuerdo vago, dulcísimo; una imagen que nunca me abandona... Viva la guardo en mi corazón, que no es todavía más que una gran memoria, y en esta gran memoria la están buscando siempre mis ojos ansiosos de verla. ¡Pobre madre mía! CUESTA. Era usted una monada.

Hasta al mismo Cornias se le antoja que parece otro cuando va Nieves dentro de él. ¡Carape, cómo se gallardea entonces, y con qué gracia escora y hace hablar al aparejo, y se desliza y gatea! En fin, una pura monada.

Le enamora el eterno desenvolvimiento de la idea, y su conciencia rechaza el cambio perpetuo, y el pensamiento de que provenga ya nazca lo más de lo menos, lo consciente de lo inconsciente, el ser del no ser. Para afirmar en su mente la existencia de un Dios personal y de la inmortalidad del alma, vuelve con amor a las monadas de Leibnitz. Dios le parece la monada eterna e infinita.