United States or Czechia ? Vote for the TOP Country of the Week !


En esto pensaba a su modo la Regenta, y quería que aquella ola de piedad la arrastrase, quería ser molécula de aquella espuma, partícula de aquel polvo que una fuerza desconocida arrastraba por el desierto de la vida, camino de un ideal vagamente comprendido. Calló el P. Martínez y comenzó el órgano a decir de otro modo, y mucho mejor, lo mismo que había dicho el orador de lujo.

La historia de un arroyo, hasta la del más pequeño que nace y se pierde entre el musgo, es la historia del infinito. Sus gotas centelleantes han atravesado el granito, la roca calcárea y la arcilla; han sido nieve sobre la cumbre del frío monte, molécula de vapor en la nube, blanca espuma en las erizadas olas.

Allá dentro de esa molécula está lo que buscais; adelantad de continuo hácia su interior: no lo encontraréis, pero allí estáNo creo que la realidad en este caso desmerezca de la exactitud científica: la teoría mecánica ni imaginada ni concebida, no va mas allá.

El Sol era una burbuja de gas inflamado; la Tierra, una imperceptible molécula de arena. El rayo luminoso de la estrella Polar necesita medio siglo para llegar a nuestros ojos. Podía haber desaparecido hace cuarenta y nueve años, y sin embargo, verla aún en el espacio. Y esta estrella era de las vecinas.

De pronto ya no vio la rueda. Vio pasar ante él un globo inmenso, de color azulado, en el que se marcaban mares y continentes con perfiles iguales a los que había contemplado en los mapas. Era la Tierra. Y él, imperceptible molécula en la inmensidad del espacio, ínfimo espectador de la estupenda representación de la Naturaleza, podía abarcar con sus ojos el globo azul ceñido de nubes.

En muchos parajes, el agua caliente que corre á unirse con el arroyo, se extiende primero en un gran lago que ella misma ha formado molécula tras molécula; al lado se encuentran otras lagunas secas, y á uno y otro lado las fisuras abiertas en la piedra están bordadas por hermosas concreciones parecidas á los adornos de mármol que vemos ornamentando las fachadas de nuestros edificios. ¡Pero cuán insignificantes son esos depósitos silíceos ó calcáreos comparados con las enormes construcciones erigidas en diversos países del mundo por esos ríos termales, como por ejemplo los de Holly-Springs, en los Estados Unidos!

Mientras que la superficie de la nieve caída se endurece por el frío del invierno, sobre todo durante las noches, un sordo trabajo se realiza debajo del gran laboratorio del monte: las gotas que el sol ha fundido durante el día, penetran en el suelo hasta las rocas de granito y de un grano de arena á otro, y del cristal de cuarzo á la molécula de arcilla, desciende imperceptiblemente por la pendiente; se juntan unas gotas á otras, se hacen más gruesas, á su vez éstas se reúnen y se forman hilillos de agua que corren subterráneamente por entre las raíces del césped ó por las fisuras de la roca subyacente.

Este es el camino que toma más ó menos pronto toda molécula acuosa. Libertada por su expansión repentina, escapa de los lazos que la detenían en la superficie horizontal de los mares y se levanta en la atmósfera, por donde viaja como viajaba por el océano, bajo otra forma.

Aunque depositándose molécula sobre molécula, el banco, que obstruye la boca del río, no cesa de trasladarse para formarse más lejos. Empujado por la corriente fluvial, incesantemente aumentado por nuevos arrastres, el barro es llevado hacia dentro del mar, y poco á poco la masa entera ha ido progresando.

El sacerdote comenzó a murmurar sus oraciones entre aquellos hombres emocionados, con la cabeza baja, puestos los pies sobre un vaso flotante de acero debajo del cual existía una profundidad de varios kilómetros verticales de agua, un mundo de misterio que iba a tragarse como insignificante molécula el despojo humano.