United States or Eritrea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Una mujer dijo a nuestra espalda en voz alta: Manuela, ¿no sabes que los indultan? Acaba de llegar un soldado con el perdón del Rey. Mi interlocutor se volvió instantáneamente, como si le hubiesen pinchado. ¡Qué perdón ni qué ocho cuartos! ¡Qué sabe V. lo que se dice! Pus lo mismito que V. ¡El diablo del hombre!

Que hambre.... ¡, que se mama el dedo don Fulano!, ahora mismito van a abrirse los veneros de la riqueza pública.... Que impuestos.... ¡don Fulano habló de economías! Que socialismo.... ¡paparruchas! ¡Atrévanse con don Fulano, y ya les dirá él cuántas son cinco!

Bueno, pues antes de llegar a ella hay una casa en construcción... Está concluida la obra de fábrica y ahora están armando una chimenea muy larga, porque va a ser sierra mecánica... ¿Se va usted enterando? No tiene pérdida. Pues entra usted y pregunta por el guarda de la obra, que se llama Pacheco... lo mismito que yo.

Quedé clavado al suelo. ¿Adonde? pregunté con un vago terror de algo extraordinario, maravilloso, que la palidez de Paca me infundía. No ..., al convento me parese. Mi terror disminuyó al saber el caso concreto, y recobré la acción. Nada nos deja tan paralizados como el miedo de lo que se ignora. ¿Y cuándo se la llevan? Ahora mismito.

Se puso lo mismito que un pavo, y dijo que él no quería meterse en... No dijo eso saltó Juanito, suspendiendo la bebida. Que , hijo; dijo que no quería meterse en estos... no qué. Que no dijo eso, mamá. No alteres también la verdad de los textos. Pero hijo, si lo he oído yo. Aunque lo hayas oído, te sostengo que no pudo decir eso... vaya. ¿Pues qué?

Bendito sea tu pico, palomita exclamó dirigiéndose á su mujer. Nada dices, mi alma, que no esté puesto en razón. Ahora mismito voy á ordeñar. Eladia, enciende el farol. Vamos, déjate de palabras necias y arrea. ¡Que viva, eh! decía Martinán guiñando el ojo á los tertulios. ¡Vaya una mujercita despachada!

Si le hablé tan duramente dijo el conde sin levantar la vista, con acento de mal humor, fue porque estaba presente aquel señor tan empachoso. El pobrecito no dijo una palabra. Se estuvo lo mismito que un muerto. ¡Tendría que ver que dijese algo! replicó el conde con arrogancia. ¿Quién era ese señor? le pregunté por lo bajo a Isabel.

Inés y Asunción no parecen, D. Paco tampoco. Cuanto más tarde vengan mejor. Otra cosa..., ¿por qué no ha seguido usted yendo a casa por las noches? Nosotras nos hemos reído de usted. ¿De ? pregunté con turbación. , porque se la echaba usted de devoto para agradar a mamá. ¡Qué bien hacía usted su papel! Lo mismo, lo mismito hacemos nosotras.

¿Y el verde para el ganado, grandísimo holgazán? ¿Todavía no lo has segado? Ahora mismito, abuela. Anda listo, zángano, comedor, porque si no voy allá y te estrello en la cabeza la sartén. El héroe agitó la cabeza con desesperación; rechinó los dientes. Su alma se inundó de amargura. ¡Cruel humillación para un hombre que había corrido tantas juergas á orillas del Guadalquivir!

La voz mandona dijo opacamente algo, y la infantil contestó: Ya la voy a poner a la lumbre, ahora mismito.... ¿Tendrá por ahí el azúcar? Y respondiendo a una interpelación altamente ofensiva para su dignidad, gritó la chiquilla: Y piensa que.... ¡Aunque fuera oro puro! Lo escondería usted misma.... Ahí está, detrás de la funda... ¿lo ve?